miércoles, 10 de octubre de 2012

¿Amigable acuerdo entre Moreira y El Lazca?


Según distintos medios, el pasado miércoles de octubre, alrededor de las 14:40, las fuerzas del desorden calderónico mataron en Piedras Negras, Coahuila, a Alejandro Treviño Chávez, sobrino del número dos de los Zetas, Miguel Treviño Morales. Cuatro horas después, a eso de las 20:00, en Ciudad Acuña, fue levantado José Eduardo Moreira, sobrino del gobernador de Coahuila, Rubén Moreira, y asesinado casi inmediatamente.. Según Proceso, tras la captura de Treviño Morales, en junio, los Zetas colocaron mantas en aquella entidad, amenazando a Moreira con matar a un miembro de su familia por cada miembro de la suya que cayera bajo el fuego oficial. Si las cosas ocurrieron así, los del cártel de la última letra honraron su palabra. Y después Moreira también. Es decir, primero el gobierno mató al sobrino de Treviño Morales, después la gente de Treviño Morales mató al sobrino de Moreira, todo ello –hay que repetirlo– el pasado miércoles. Y entonces, en una supuesta escalada del enfrentamiento hasta la cumbre del poder, la gente de Moreira mató al número uno de los Zetas, el legendario Heriberto Lazcano Lazcano, El Lazca. ¡Órale, cuánta rudeza! Pero entonces entraron en escena los payasos del circo. De acuerdo con la versión divulgada por el gabinete de seguridad de Felipe Calderón, El Lazca iba solito, solito, en compañía de uno de sus cuates, paseando en una onda bien dominical por una carretera secundaria de Coahuila, cerca de un pueblo llamado Progreso, y entonces… Oh, sorpresa, una patrulla de marinos, “atendiendo una denuncia de civiles acerca de la presencia de personas armadas”, interceptó al ingenuo y despreocupado capo, quien no sólo no obedeció la orden de detenerse sino que, al contrario, les arrojó un artefacto explosivo, y entonces… Sumamente molestos por esta insolente actitud, los marinos abrieron fuego contra la camioneta que manejaba Mario Alberto Rodríguez Rodríguez, un compita de El Lazca,y mataron a los dos malhechores, y entonces… Con el humanitarismo que los caracteriza, los marinos dieron aviso a las autoridades locales para que recogieran los cuerpos y buscaran a los parientes de los difuntos para que éstos pudieran darles cristiana sepultura, y entonces… El domingo por la noche, cuando El Lazca era velado en una funeraria de la ciudad de Sabinas –fíjense en el breve lapso que transcurrió entre la muerte y el inicio del funeral, tal vez porque a los restos les concedieron la dispensa de la autopsia–, llegaron unos sujetos muy mal encarados, y entonces… Se llevaron el cuerpo a la brava, sin rumbo conocido, y entonces, anteayer, lunes, la Marina “confirmó”, con base en “fuertes indicios”, que el finado era uno de los narcotraficantes más peligrosos del mundo, y entonces… El más babas de todos los secretarios de Gobernación que ha habido en este felipato, un gordinflón que depende en forma alarmante de las aspirinas, pues la consume a toda hora y responde al nombre de Alejandro Poiré, reconfirmó, con base en datos irrefutables, que el cadáver en cuestión medía 1.60, tenía pene y testículos, por lo tanto era de sexo masculino, y mostraba características típicas de los nacidos en 1965. Por lo tanto… ¡era El Lazca! ¿Y entonces? Todo apesta a que detrás de esta nueva obra del peor teatro de ficheras y narcos, hubo quizá un amigable entendimiento entre los Zetas y la familia Moreira, promovido seguramente por Calderón y la embajada de Estados Unidos, para frenar en seco la cadena de venganzas y contravenganzas que podría llegar a alturas insospechables. ¿Y en qué consistió ese arreglo? Supongamos lo obvio: El Lazca se compromete a no volver a molestar a ninguno de los Moreira, Calderón y Peña Nieto –¿recuerdan que ambos se reunieron el lunes cuatro horas en Los Pinos pero no dijeron de qué hablaron?– le otorgan al capo una jubilación anticipada, y todos contentos. Ahora bien, si no hubo ninguna clase de arreglo entre los jefes de jefes, la violencia que sobrevendrá en los desiertos espirituales del noreste del país, en los próximos días, nos dirá que El Lazca efectivamente fue eliminado cuando paseaba solito, solito, un día domingo como cualquier persona del fueron común… ¿Y entonces? Quién sabe, pero por eso hoy también estaré en Twitter, en la cuenta @Desfiladero132, por si ocupan. Jaime Avilés

No hay comentarios: