Rocha- No estar en la jugada.
Que el Presidente está muy enojado. Eso dicen varias fuentes. Que Felipe Calderón no deja de lamentarse que César Nava haya echado a perder el consenso al que se llegó en la Cámara de Diputados sobre la Ley de Ingresos. Y está molesto porque su “plan A” para el presupuesto de 2010 ya va en “plan C, D, E, F, G”. Los diferentes grupos del PRI, que no estaban convencidos del todo, encontraron en el dirigente nacional del PAN justificación para darle la espalda al acuerdo. Pero no sólo el Presidente: legisladores y secretarios de Estado aluden a la falta de pericia de Nava. Y recuerdan el costo que tuvo para los panistas esa política de confrontación que caracterizó el periodo de Germán Martínez en el CEN.
Cuidado: Jesús Ortega, presidente nacional del PRD, va por el mismo camino de Nava. Ayer por la mañana el presidente de la Mesa Directiva del Senado, el perredista Carlos Navarrete, llamó al PRI a unirse contra el alza en impuestos; entre los dos partidos pueden hacer realmente lo que quieran con la Ley de Ingresos. Pero por la tarde, Ortega mandó un comunicado en el que dice que los gobernadores de Oaxaca, Ulises Ruiz; Veracruz, Fidel Herrera, y estado de México, Enrique Peña Nieto, formaron un bloque que presionó a senadores del PRI para evitar que modificaran el paquete fiscal. “Reclaman dinero para ser utilizado en las campañas de 2010, dinero que sólo pueden obtener a través del alza a los impuestos. Con esto se confirma que al PRI le importan más las elecciones de 2010 que el desarrollo del país o el bienestar de la gente”, dijo Ortega, como para echarle a perder el acuerdo a Navarrete. Como Nava con Calderón. La realidad es que el PRI no ha decidido qué hará. Y sí, los gobernadores negocian intensamente con la dirigencia los pesos y centavos. Lo raro es que el PRD apenas si se escucha; pareciera que la batuta de la izquierda está ahora en el PT. Y de la nada, aparece Jesús Ortega con esta declaración. Raro, ¿no?
El Sindicato Mexicano de Electricistas ya habla de retomar el diálogo con Gobernación. Mientras, casi una tercera parte de los ex trabajadores han aceptado ser liquidados. Martín Esparza pide a los más rijosos esperar antes de irse a una “huelga general”, en tanto se definen “las acciones más pertinentes” que no hagan ver al SME como un movimiento violento. Pareciera que más bien quieren desactivar el sindicato. Y como para confirmarlo, ahora se juntan con René Bejarano, uno de los políticos más rechazados por los mexicanos.
Apunte final: Si alguien tenía duda sobre los esfuerzos que hace la Cancillería mexicana por devolverle al país su rol activo y dominante en política internacional (perdido en los últimos pocos años), no la tenga más. Ayer, por ejemplo, condenamos el atentado en Bagdad. Y vamos por más.
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