28 de octubre de 2009
Si no fuera tan dramático, me moriría de risa. ¿Qué piden los diputados del PAN para que Javier Lozano vuelva a re-re-comparecer en San Lázaro? Esto: “Condiciones de civilidad”.
¿No es un gran chiste? Si así fuera, Lozano tendría que comparecer dentro de un siglo… y a ver si así.
Para variar, el dilema del presupuesto tiene que ser visto con trasfondo electoral. Y es que en 2010 —al recorrer el calendario de Hidalgo— se disputan 11 gubernaturas.
Sencillo: todos los gobernadores quieren dejar a sus candidatos. O por lo menos que gane su partido. Es condición sine qua non para seguir en la política. Aumentar impuestos representa pagar un costo electoral vía las urnas: ahí están las encuestas que miden el descontento ciudadano.
Y el PRI está divididísimo, pero los priístas sí aprendieron la lección. Jamás se mostrarán así. Usted pregúntele a cualquier político “profesional” (como les gusta llamarse) de ese partido sobre pleitos internos. Seguro le contesta con este eufemismo: “No hay pleitos, es sólo parte de la democracia interna, de las diferencias naturales en un partido tan amplio e incluyente como el PRI” (sí, ajá… ¿y las patadas debajo de la mesa?).
En el PRI lo tienen clarísimo: no pueden mostrarse divididos si quieren regresar a Los Pinos. Y quieren.
Dividirse o perder es una lección que acaba de aprender la izquierda tras morder el polvo del desplome electoral. Hasta después de eso decidieron relanzar el FAP. Quizá así —el año que entra— lleguen a su techo histórico de 12% o hasta 20%.
Un FAP que tendrá, por cierto, como prueba de fuego a… Zacatecas, bastión del PRD. Y es que ahí el PT tiene bien posicionado a David Monreal. Pero a la gobernadora Amalia García ese apellido le saca ronchas. Ella tiene a sus candidatos que no han crecido mucho: Javier Calzada o Antonio Mejía Haro.
Mientras tanto, el PRI tiene a su “peña nietito”: Miguel Alonso, a quien García lo sacó del PRD por… monrealista. El PAN, a un hombre que lleva en su nombre una suerte de minotauro político: Cuauhtémoc Calderón.
Si el FAP se divide, seguro gana el PRI (para esto, Monreal —Ricardo— ni se preocupa: él, con vocación plural, tiene cercanía con su hermano, y con Alonso, algo así como su hijo político).
Ni masas ni misas. Así se perfila la elección para president@ de la CNDH. Desarrollo: las cosas se polarizan, y los vetos, a la orden del día. Emilio Álvarez Icaza es visto como el candidato de las masas (también mediáticas): quien más tiene organizaciones respaldándolo, un hombre que lo quieren tachar de “izquierdista”…
Javier Moctezuma, al contrario, es el de las “misas”: el apoyado y bien visto, a quien quieren etiquetar como candidato de la “derecha”.
Todo indica que el PRI —al que le toca por “cuota” decidir esta elección— irá por alguien de “centro”: Raúl González Plascencia… Ni masas ni misas, sino la mesa de acuerdos del senador Manlio Fabio… Y al diablo el mejor perfil. También eso de que son nuestros representantes y tomarían en cuenta propuestas de organizaciones.
Operación photoshop campechano. El equipo de prensa del gobierno de Campeche borró a un elemento del EMP de una foto del Presidente y su homólogo Álvaro Colom. En lugar del guardaespaldas, pusieron la foto de su gobernador Fernando Ortega. Ayer, él calificó de “torpe decisión” este arreglo. Mmm, ¿y quién la autorizó?
“Si no cambiamos, nos lleva la fregada”, dice Gustavo Madero entrevistado con María Luisa Díaz de León: “Y con el PRI, ¿cómo están negociando las reformas económicas?”. “Aquí hay una esquizofrenia. Es una relación bipolar”. “¿Y usan antidepresivos?”. “Sí, yo voy al siquiatra”.
¡De lo que uno se entera! Cuenta que estudió Comunicación en el ITESO y llevaba el pelo largo hasta los hombros, cantaba canciones de Mercedes Sosa y Atahualpa Yupanqui. Tocaba el bombo legüero. Que su esposa es zen y le dice que fluya... Tan ha fluido que lea lo que le decía su padre: “Mira, nosotros somos gente de bien, los políticos que hagan política; nosotros a trabajar y generar empleos...”.
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