miércoles, 4 de noviembre de 2009

El peligroso consejo de Felipe-La ruta definida… del estallido-A Puerta Cerrada


Marcela Gómez Zalce

Mauricio, Rodrigo y el Jefe de Jefes
Quien no domina su ira, mi estimado, tiene mala manía. Extrañas las señales (bipolares) enviadas en estas últimas semanas por Felipe Calderón. En uno de sus distintivos arrebatos que lo pinta de cuerpo entero, arremetió contra la cúpula empresarial vociferando que algunos consorcios encabezados por quienes lo entronizaron en aquél accidentado 2006 (Bimbo, Cemex, Maseca, Banamex, Televisa,…) no cumplen con sus obligaciones fiscales. O sea, no pagan impuestos.

Fantástico.

El discurso pronunciado en momentos de alta tensión por el engendro fiscal del PRI-PAN-PVEM caló hondo entre sus otrora aliados, que rápido salieron a pintar su raya… aunque fue demasiado tarde. Porque una cosa es que lo haya señalado hasta el cansancio López Obrador (while everybody played stupid), y otra muy diferente es que lo haya hecho (¡horror!) el mismísimo Calderón… quien tardó tres años (?) en darse cuenta del constante abuso por parte de tanto mexicano responsable que seguirá protegido por Hacienda y su disfuncional SAT, y que todo cambie de fondo… para seguir igual, yes?

Y días después de tirarles los dientes a los empresarios y del monumental tiradero político-social-financiero que está dejándole caudal de impuestos, Felipe convoca a los actores políticos, económicos y sociales a definir una ruta económica. CONVOCA A DEFINIR UNA RUTA ECONÓMICA. Is this a brainless joke?!

Antes de ser embestido por un peligroso ataque de risa histérica, el pasmado respetable desliza una inofensiva pregunta: ¿el presumido engendro fiscal que nos acaban de atorar las lacras legislativas no se supone es precisamente porque HAY una ruta económica definida…? ¿No se supone que asaltando al contribuyente cautivo estará comenzando a solucionarse el hoyo (negro) de fondo...? ¿Que no vendió a su presumido equipo económico cacareando la solidez del barco de gran calado…? ¿O será que Felipe andará buscando (no quién la hizo sino quién la pague) más emociones ante la volátil adversidad…?

Porque aquí la única ruta que se debe convocar a definir, my friend, es la ruta... pero de su salida. Porque tanto inconsistente bandazo, tanta versatilidad en las posturas presidenciales origina confusión, turbulencia y desorden (que se entiende debe serle muy emocionante)… en momentos donde se necesita serenidad, precisión y brújula para salir del tsunami provocado por su (des)gobierno.

Y no hay mejor ejemplo de este Estado fallido… ese sí en ruta definida al estallido… que lo acontecido con el alcalde Mauricio Fernández, quien tiene permiso para alardear de su grupito rudo de limpieza, mejor conocido como grupo paramilitar para enviarle atentos saludos al crimen organizado de Los Zetas para que entiendan que a la buena o a la mala se van a salir del municipio donde medio México sabe habitan afines a los Beltrán Leyva… que curiosa coincidencia, también están llevando a cabo su propia limpieza interna para darle flit a sus miembros que anden trabajando la industria del secuestro.

Porque más allá de que Mauricio y el impúber gobernador Medina conocieron previamente los detalles de la ejecución del Negro Saldaña, uno de los figurines de este revoltoso cártel, lo asombroso es que el (des)gobierno federal guarde simpático silencio ante la soltura de Fernández.

Aunque para qué tanto brinco estando el suelo tan parejo. Mauricio, con el aval de Rodrigo y el frívolo aplauso regiomontano sólo organizaron el consejo de Felipe Calderón.

El consejo del que hace muchas lunas le comenté en este irreverente espacio sobre la divertida plática con poderosos empresarios de Ciudad Juárez insinuándoles —ante la lluvia de quejas, molestia y cólera por los índices de inseguridad— que hicieran lo que la crema y nata de Monterrey para controlar la inseguridad: contratar a ex militares, de preferencia extranjeros (don´t trust the Mexican army) y mejor si son estadunidenses e israelíes con sobresalientes disciplinas y adiestramientos. Ante la propuesta presidencial (y con cara de what?!) alguno preguntó sobre la legalidad de esta genialidad recibiendo la respuesta cálida de Felipe de que no se agobiaran... su (des)gobierno se encargaría de que tuvieran todo en orden para armas y gadgets necesarios y de una vez hasta podrían ayudar a “limpiar” Ciudad Juárez.

Así que como muchas misteriosas incógnitas, my friend, no hay.

Just do the math…

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