El Proyecto Alternativo de Nación de Andrés Manuel López Obrador, presentado ayer, incluye mucho de sus posiciones tradicionales, y tiene novedades. Seis puntos interesantes: 1. Culpa a “30 potentados” de “la ruina de las actividades productivas”; de empujar a los jóvenes “ninis” (que ni estudian ni trabajan) a “conductas antisociales” y de obligar a la migración de 50 mil familias de clases media y media alta hacia EU por la inseguridad y la pobreza. 2. Va contra la Suprema Corte: los ministros le deben su puesto a Salinas, Fox, Calderón o a Beltrones, dice. 3. Habla de “democratizar” los medios, garantizar competencia y derecho a la información; los culpa de proteger privilegios y “hacer negocios” al amparo del poder público. 4. Cita a Bill Gates y a Warren Buffet, y su intención de donar 50% de su capital a la filantropía; cita a los archimillonarios alemanes que darán 10% a lo mismo. Aclara que no pedirá algo similar a los ricos mexicanos, pero que sí los obligará a pagar impuestos. 5. Dice que no quiere la Presidencia por una búsqueda del “poder por el poder”, que es la gran crítica a las alianzas PRD-PAN de 2010. 6. Y quizás lo más importante: AMLO dice claramente que su tren ya va en marcha, y nunca deja asomarse la posibilidad de una negociación con los otros destapados de izquierda, como Marcelo Ebrard o Carlos Navarrete. Y para dejar constancia de que va con todo y tiene estructura supra PRD-PT-Convergencia, movilizó una buena cantidad de individuos al Zócalo. Usted saque conclusiones.
Sin ruido, sin muchos involucrados, tanto en el PRD como en el PAN se hacen cálculos, simples sumas con ábaco, para ver qué pasaría con un candidato común a la Presidencia en 2012. Nos dicen los que ya vieron las hojas de Excel que no se ven mal. Claro, lo que no calculan esos equipos cercanos a Jesús Ortega y a César Nava son las mermas: las ambiciones particulares en el interior de sus partidos. Unos dicen que los últimos cambios en Presidencia y en el PAN han revivido las posibilidades de Ernesto Cordero y han frenado a Alfonso Lujambio, pero otros citan al mismo Felipe Calderón cuando dicen que nada está cantado, y que Santiago Creel no suelta la precampaña. Y en el PRD, pues lo que ya se sabe. Y falta 2011. Y que se platiquen las alianzas. Y muchas cosas más por verse. “Por eso se hacen pandos los becerros: porque se montan antes de tiempo”, dijo el senador Manlio Fabio Beltrones justo ayer, a propósito de 2012. Quizás tenga razón.
Apunte final: ¿Y el Decálogo Político de Calderón? No queda nada, nos dicen. Y hay pocos avances en la reforma política. Sólo hay dos acuerdos de 41: que el secretario de Gobernación sustituya al Presidente por falta absoluta, y que la iniciativa ciudadana tenga calidad de preferente. Los presidentes de las comisiones unidas y los coordinadores parlamentarios harán un corte de caja. ¿Qué cuentas nos traen?
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