sábado, 31 de julio de 2010

Serpientes y Escaleras | Salvador García Soto--- El exterminio de los capos


El asesinato de Coronel, ¿garantiza el comienzo del fin de la violencia o por el contrario es algo que puede recrudecerla?
Los dos golpes más significativos del gobierno de Calderón a los capos del narcotráfico en México han terminado con los narcotraficantes acribillados a tiros en enfrentamientos con fuerzas militares. En el primer caso, con Arturo Beltrán Leyva, ocurrido en Cuernavaca en enero de este año, hubo una profusa difusión de imágenes del cadáver del capo, incluso a niveles de exceso y escarnio público del muerto, y en el segundo caso, la reciente muerte de Ignacio Coronel Villarreal; no se ha difundido hasta ahora ninguna imagen o fotografía del cuerpo abatido del capo del cártel de Sinaloa.
En ambos casos, fuerzas castrenses encabezaron operativos basados en inteligencia militar que les llevó meses, hasta años de seguimiento y persecución de los dos capos. La diferencia es que en la operación de la Marina Armada de México, que terminó con la muerte de Beltrán Leyva, buena parte de la labor de inteligencia fue desarrollada por la DEA y ejecutada en conjunto por la dependencia mexicana, mientras que en el reciente operativo del Ejército en que fue abatido Nacho Coronel, toda la inteligencia y la ejecución fueron realizadas exclusivamente por la Defensa Nacional.
Aunque hay, pues, sus diferencias entre ambos operativos; la más marcada es el mecanismo de difusión —porque en el caso de Coronel, el Ejército evitó publicar hasta ahora fotos o videos de la muerte del capo y su cadáver con fines propagandísticos, cosa que sí hizo la Marina. En ambos existe una similitud contundente: más que la detención y procesamiento del narcotraficante, los operativos terminaron en su muerte a tiros en enfrentamientos con los militares, según versiones oficiales.
Ayer mismo, la DEA celebraba el operativo de la Sedena donde cayó Coronel y justificaba su muerte como “necesaria”. La pregunta entonces es si en los dos casos el ajusticiamiento de los capos en la refriega armada fue un daño colateral del operativo o si la nueva consigna y estrategia de la guerra contra el narco en México es el exterminio de las cabezas de los cárteles de la droga, y si eso garantiza el comienzo del fin de la violencia desbordada que afecta al país o por el contrario es algo que puede recrudecerla.
¿CÓMO GANÓ EL PRI BAJA CALIFORNIA?
Abundante en padres, como suele ser, la contundente recuperación del PRI en Baja California —opacada por las sonadas derrotas tricolores en Oaxaca, Puebla y Sinaloa— tiene ahora a muchos que se la atribuyen, pero pocos que en realidad contribuyeron a lo que fue una estrepitosa derrota para el PAN.
En el primer estado en ser gobernador por la oposición en México, los cinco municipios y la mayoría en el Congreso local fueron recuperados por un priísmo que resurgió de la nada y no lo hizo precisamente con sus caciques locales como Jorge Hank Rhon o el senador Florentino Castro Trenti, sino con un priísta atípico y de nuevo cuño.
Sin el apoyo de los dos “dueños” del PRI en Baja California, el empresario tijuanense Carlos Bustamante Anchondo encabezó una lucha para recuperar el poder para el viejo partido. Bustamante Anchondo, proveniente de una de las familias más reconocidas de Tijuana, y dueño de una veintena de empresas, decidió jugársela en la política, rompiendo los esquemas tradicionales de integrar las planillas de candidatos, es decir, dejó a un lado las “cuotas” de centrales obreras y sindicales, que frenaban la llegada de nuevos cuadros priístas.
Al aceptar la invitación de contender para la presidencia municipal de Tijuana, Carlos Bustamante se trasladó a la ciudad de México, y habló con Beatriz Paredes, Manlio Fabio Beltrones Rivera, Emilio Gamboa Patrón, Francisco Labastida y Humberto Lepe Lepe, a quienes les planteó que Tijuana se podía ganar bajo dos condiciones: suficiente apoyo del CEN del PRI en todos los sentidos, ya sea con recursos económicos y humanos, y principalmente, que le dieran la libertad de diseñar la estrategia para seleccionar a los delegados políticos, a sus asesores y a candidatos a regidores, sin la intromisión de las centrales obreras y sindicatos.
Con el apoyo de los mandos nacionales del PRI, Bustamante renovó las estructurs priístas en el estado y tuvo que sortear una serie de boicots de los viejos priístas como Rafael García Vázquez y Óscar Morales Vizcarra, quienes lo amenazaron con bloquear todas sus actividades de campaña si no los incluía en la planilla de regidores. Muchos empresarios locales, incluso algunos de filiación panista comenzaron a apoyar a Bustamante, sólo por el hecho de que por fin alguien se había fajado los pantalones para hacer campaña política dejando a un lado a los “padrinos” Jorge Hank y Castro Trenti.
Sin embargo, el empresario —concesionario de la distribución del gas butano en Tijuana— tuvo en esa labor un aliado estratégico: el senador Manlio Fabio Beltrones, quien le envió a Bustamante a un experimentado operador político: Carlos Millán, quien meses antes había sido el “responsable principal” de recuperar el estado de Querétaro para el PRI.
La llegada de Millán modificó la estrategia interna de organización y se decidió desarrollar un esquema de redes multiplicadoras que en pocas semanas reunieron a medio millón de tijuanenses inconformes con las corruptelas de los últimos gobiernos panistas. Hoy, Bustamante será el próximo alcalde priísta de Tijuana y muchos en el estado, incluidos los panistas, lo empiezan a ver como el prospecto a la gubernatura que podría acabar con 24 años ininterrumpidos de gobiernos del PAN en Baja California.
NOTAS INDISCRETAS…
Para tranquilizar a sus pensionados, el director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Daniel Karam, salió ayer a garantizar que las actuales pensiones de 2 millones 500 mil derechohabientes están garantizadas y los titulares pueden tener “la tranquilidad y certeza” de que su dinero fluirá normalmente cuando el próximo lunes acudan a cobrar su pensión. En los meses siguientes y en los años subsecuentes, dijo el titular del Seguro Social, el monto de las pensiones no se verá afectado en ningún momento… Hace una semana se reunieron en la CNC los principales dirigentes de esa central, encabezados por Beatriz Paredes, para definir el relevo del actual dirigente cenecista Cruz López, cuya elección será en noviembre. Dicen quienes acudieron que son cinco los que compiten por la jefatura del sector agrario priísta, con la anuencia de la tlaxcalteca, entre los que se cuenta el dirigente cenecista de Oaxaca, Adolfo Toledo Infanzón. Beatriz Paredes recibió el reconocimiento de sus correligionarios por los triunfos electorales pasados y comenzó a circular la conveniencia de su permanencia como presidenta del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, ante las seis elecciones venideras, aunque no faltó quién le cuestionara a la tlaxcalteca que eso no es posible porque lo prohíben los estatutos del PRI y podría ser objeto de una sanción del IFE, comentario que, cuentan, no agradó mucho a la Paredes. ¿Será que sí piensa en la reelección?... Los dados se ponen veraniegos. Escalera Doble. Buena semana.

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