Se habla de horas y horas de grabaciones con temas muy delicados. No sólo sobre personajes clave de la política y la clase económica de México, sino de asuntos torales para la República. Eso se dice desde hace semanas. Los “Misteriosos Desaparecedores”, el grupo que retiene a Diego Fernández de Cevallos, lo filtra con delicadeza en la comunicación que hizo con el periodista José Cárdenas. “Al Jefe Diego le ha dado por confiarnos algunas de sus cuitas, de sus negocios, así como de sus amores y desamores, personales y políticos…”, escriben en su correo fechado el 20 de julio 2010. Lo que circula en fuentes policiacas es que Fernández de Cevallos daría detalles de financiamientos cuestionables de campañas, acuerdos con empresarios a cambio de favores, etc. Por supuesto que hay que considerar que se trata de un hombre privado ilegalmente de su libertad y presionado de manera brutal. Así, cualquiera habla de lo que quiera el secuestrador. Aquí solamente le contamos lo que circula.
Nos dicen que una docena de ONG se asesoran con abogados conocidos para recurrir a la CIDH y a otras instancias internacionales para denunciar al gobierno del presidente Felipe Calderón por “privilegiar los intereses de grupos empresariales por encima de la salud de los niños mexicanos”. Su ariete: México está entre el primer y segundo lugares de obesidad infantil del mundo (según la lista que se consulte). Culparán al secretario de Educación, Alonso Lujambio, y al de Salud, José Ángel Córdova Villalobos, por desaparecer “los listados que se dieron a conocer públicamente de los alimentos que no se venderían en el próximo ciclo escolar dentro de los planteles educativos”. Según Alejandro Calvillo, presidente del Poder del Consumidor, se beneficia a Bimbo, Marinela, Barcel y Sabritas, algunas empresas ligadas públicamente al financiamiento de las campañas del PAN.
El presidente del Senado, Carlos Navarrete, insiste: Andrés Manuel López Obrador no rompió el pacto con la izquierda. Aventura: “[A AMLO] le gusta plebiscitar sus decisiones en el Zócalo”, refiriéndose a que este domingo consultó no su candidatura irreversible, sino una precandidatura que todavía sometería al resto de la izquierda que no va a sus mítines; y a que respetará el acuerdo de consultar quién sería el candidato único de 2012 no con mano levantada, sino con una encuesta nacional de una casa seria. Pero para muchos, lo que López Obrador hizo el domingo fue echar a andar un tren propio, de freno ligero, ligerito.
Apunte final: ¿Por qué debatir en un museo el problema de las drogas? Porque afecta la vida social y la experiencia cultural de los pueblos. Porque el caso mexicano se ha vuelto un asunto de la comunidad internacional y cualquier idea del progreso deberá considerarlo para el futuro de los pueblos. Con esta tesis, Luis Astorga, Élmer Mendoza, Tony Payán y otros debatirán durante un día completo: el sábado 7 de agosto de 10:00 a 19:00 horas en el Museo Tamayo del DF. Promete.
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