Fernando Turner, presidente de la Asociación Nacional de Empresarios Independientes, es un hombre de negocios regiomontano al que le ha ido muy bien en la vida (posee plantas industriales en varios países, todas rentables). Él fue el primero de los oradores, ayer 28 de febrero, en una comida de más de 370 empresarios con Andrés Manuel López Obrador. Dijo el señor Turner lo siguiente:
“Vemos en Andrés Manuel a un líder que busca el bien común. Sus principales propuestas económicas coinciden en buena medida con las nuestras: principalmente acabar con los privilegios de unos cuantos; en bajar los gastos excesivos del estado; en fundarse en el pueblo y su energía y valores; en su optimismo en el país. En el apoyo a los verdaderos empresarios. Es un líder político que abandera una plataforma de cambio substancial. Que tiene la convicción y el carácter de acabar con este estado injusto y destructor. Creemos que vale la pena participar en el desarrollo ulterior de esas ideas. En afinar y completar sus propuestas. En aterrizarlas en programas. En acercarle empresarios que aman al país y están dispuestos a trabajar para lograrlo”.
Tomás López Rocha, tapatío, perteneciente a la familia que creó la mítica empresa Calzado Canadá, actualmente importante inversionista en el sector inmobiliario, hombre culto, destacado corredor de automóviles, fue el segundo de los oradores en la reunión nacional de hombres y mujeres de negocios con Andrés Manuel López Obrador. Dijo don Tomás:
“Aspiramos a un futuro mejor para cada mexicano… por eso estamos en el lugar correcto, con la persona correcta, Andrés Manuel López Obrador”.
Los empresarios, más de 370, que escucharon a Fernando Turner y a Tomás López Rocha evidentemente estuvieron de acuerdo con los juicios de ambos acerca de López Obrador, sobre todo cuando Andrés Manuel tomó la palabra y dijo que sí, pero sobre todo que no hará por las empresas mexicanas si gana las elecciones presidenciales de 2012.
¿Qué hará Andrés Manuel López Obrador por las empresas? Promoverlas, crear condiciones para que haya cada día más y más prósperas empresas en un ambiente de sana competencia económica que acabe con los privilegios de unos cuantos y que obligue a todos a pagar, en forma moderada, los impuestos que, actualmente, algunos simplemente evaden aprovechando las facilidades que la legislación, deficiente, ofrece.
Ayer, en el University Club de la Ciudad de México, se cayó un mito: el de que los empresarios mexicanos no pueden ver a López Obrador. Y es que cientos de exitosos hombres y mujeres de negocios abarrotaron el salón en el que se celebró la reunión (decenas se quedaron de pie) para escuchar a un líder político que a muchos de ellos sorprendió por la sensatez de su propuesta económica, que en otros ratificó la buena impresión que tenían de él y que, sin lugar a dudas, a todos convenció de que es un hombre de buena fe que solo desea gobernar correctamente a México y que nada tiene que ver con el ogro antiempresarial que la propaganda de la derecha ha creado utilizando el nefasto poder de manipulación de los medios de comunicación tradicionales.
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