Muy contento está el funcionario-candidato Ernesto Cordero, presume que te presume la fortaleza económica del país, y sueñe que te sueñe que el PAN volverá a ganar otro sexenio de inquilinaje en Los Pinos, pero los indicadores económicos y las tendencias electorales marcan exactamente lo contrario de lo que el susodicho imagina. Menor crecimiento, empleo a la baja, mayor pobreza, raquítico poder adquisitivo y tantas otras gracias del régimen no son precisamente muestras de una economía robusta, y mucho menos señales de una victoria (marca Onán) en las urnas.
En este tenor, el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados advierte que de acuerdo con indicadores nacionales se prevé una desaceleración de la economía mexicana: Particularmente, el indicador adelantado que anticipa que la posible trayectoria de la economía presenta un deterioro de sus elementos, y se espera que dicho comportamiento se prolongue, como consecuencia de la gran volatilidad observada durante los meses recientes en los mercados financieros, por el desempeño poco alentador de la economía estadunidense y por los problemas de endeudamiento de varios países europeos.
El panorama anterior se ve reflejado en las expectativas del sector privado, que a julio de este año revisó a la baja su pronóstico de crecimiento para ubicarlo en 4.24 por ciento, después de que en su previsión anterior anticipaba un crecimiento de 4.31 por ciento. Así, como consecuencia de la baja en el crecimiento esperado, la estimación sobre la creación de empleos fue ajustada de igual forma a la baja, por lo que ahora se espera que se creen en este año 637 mil nuevos empleos formales (alrededor de 50 por ciento de la demanda real).
En el ámbito internacional, las cifras de empleo en Estados Unidos muestran que al cierre de julio continúan por debajo del nivel necesario para reponer el crecimiento poblacional de aproximadamente 130 mil personas al mes. Para el mismo periodo, sobresale la desaceleración en la producción y venta de automóviles en aquel país, debido al menor crecimiento del sector manufacturero y la contracción de la demanda doméstica, entre otros, lo que afecta directamente al sector exportador de México.
Los componentes del sistema de indicadores cíclicos para mayo de 2011, dado a conocer por el Inegi, muestran que el indicador coincidente (que refleja el estado general de la economía mexicana) se ubicó en una fase expansiva tras situarse en 100.92 puntos y aumentar 0.10 puntos en relación con el mes anterior. A su interior, los elementos del indicador coincidente que se encontraron en fase expansiva fueron: actividad industrial, número de asegurados permanentes en el IMSS, actividad económica mensual e importaciones totales, mientras que en la fase de desaceleración se ubicó la desocupación urbana. En este mes se observa un comportamiento heterogéneo de los componentes del indicador coincidente que contrasta con el observado en el periodo anterior. Dicha situación podría continuar en el siguiente mes debido a que en junio y julio la tasa de desocupación continuó deteriorándose en términos anuales, se han generado menos empleos formales y las importaciones han tenido una menor dinámica.
Por su parte, el indicador adelantado (cuya función es la de anticipar la posible trayectoria del estado general de la economía) se colocó en fase de desaceleración al presentar un valor de 101.07 puntos y disminuir 0.03 puntos respecto al mes anterior, con lo que se rompe una racha de nueve meses de expansiones consecutivas. En mayo, continuó el deterioro de los elementos que integran el índice adelantado que anticipa la posible trayectoria de la economía. Es de esperar que se prolongue el detrimento del indicador dado que en los meses recientes se ha observado una gran volatilidad en los mercados financieros internacionales ante la debilidad de la economía mundial, en particular la de Estados Unidos, y los problemas de deuda en países desarrollados.
La aparente mejor percepción de los consumidores podría ser efímera en la medida que no se dé una creación de empleos formales más significativa, ya que en julio de 2011 se observó una menor generación de plazas; mientras que en el mes previo la tasa de desocupación repuntó y se mantiene por arriba de la observada antes del periodo de crisis; en tanto que el crédito al consumo por parte de la banca comercial se ubicó por debajo de su máximo observado en junio de 2008. La menor generación de empleos, el repunte de la tasa de desocupación y el nivel del crédito al consumo, por mencionar algunos factores, podría incidir en la confianza de los consumidores; por lo que su percepción de adquirir bienes de consumo duraderos en julio podría no perdurar y perpetuar el ya lánguido dinamismo de la demanda interna e incidir en la actividad económica del país.
El (IMSS dio a conocer que en julio del presente año se generaron 43 mil 329 empleos permanentes y eventuales urbanos, para alcanzar 15 millones 37 mil 448 cotizantes. Con esto, en lo que va de 2011 se han generado 425 mil 819 cotizantes, de los cuales 273 mil 110 han sido permanentes y 152 mil 709 eventuales. Si se compara con los empleos acumulados de enero a julio de 2010 (559 mil 70), se puede observar una reducción de 23.8 por ciento en el ritmo de crecimiento, lo que se ha traducido en 133 mil menos empleos. Comparando las cifras de empleo con la situación que vivía el país antes de comenzar la crisis (octubre de 2008), se constata que sólo se han generado 561 mil 613 empleos, de los que 51 por ciento ha sido en trabajos eventuales, y 49 por ciento en permanentes. Es decir, de octubre de 2008 a julio de 2011 se ha crecido a un ritmo de 204 mil empleos anuales, muy por debajo de lo necesario para cubrir el aumento de la población en edad de trabajar (600 mil jóvenes).
Si se considera que la recuperación del empleo asegurado en México coincide con la recuperación observada en la producción industrial de Estados Unidos, como lo menciona el IMSS, entonces es necesario alertar que el panorama negativo de dicha economía podría poner en riesgo la generación de empleos, de por sí insuficiente. Esto a su vez, pondría en una situación peligrosa a la economía mexicana que aún no es capaz de generar la cantidad de empleo necesaria para satisfacer la demanda laboral.
Las rebanadas del pastel
La secretaria de Turismo, Gloria Guevara Manzo, está feliz, porque la actividad turística va en el camino correcto. Eso dice, pero el problema es que aplica la misma frase que los últimos cinco inquilinos de Los Pinos utilizaron para presumir los buenos resultados de la política económica, es decir, la misma que ha hundido a los mexicanos.
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