TRASCENDIÓ Trascendió Nacional
2012-11-24 •
Que finalmente se impuso la ortodoxia y Enrique Peña Nieto dejó para el último momento el nombramiento del gabinete.
Se impuso la máxima de: si no hay necesidad de correr, para qué ir más rápido. El anuncio se hará en la mañana del próximo viernes 30.
Ni un día antes, ni un día después.
Que todo parece indicar que Peña Nieto echará mano de dos controvertidos políticos del pasado para ocupar importantes secretarías.
Emilio Chuayffet se perfila para la Secretaría de Educación Pública. Sería, antes que nada, una señal para la maestra Elba Esther Gordillo, pues no hay que olvidar el encontronazo que tuvieron en la Cámara de Diputados a finales de 2003, por la votación del IVA en alimentos y medicinas.
Aquella vez ganó Chuayffet. Fue pieza clave para bloquear el paso al IVA y le arrebató la coordinación de los diputados del PRI a la maestra.
Las heridas nunca sanaron.
Que el otro veteranazo es el general Rafael Macedo de la Concha, ex procurador general de la República durante la mayor parte del gobierno de Vicente Fox. Él sería el encargado de darle forma a la subsecretaría de Seguridad Pública en Gobernación.
Macedo de la Concha se fue de la PGR con la cola entre las patas en 2005, tras su desastrosa gestión del desafuero contra Andrés Manuel López Obrador. ¿Qué señal querrá mandar el nuevo Presidente de la República con este nombramiento?
Que, hablando del gabinete, el presidente la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados y futuro titular de la PGR, Jesús Murillo Karam, tuvo recientemente un chequeo médico de rutina, en el que le detectaron un desgaste de las cuerdas vocales, por lo que le recomendaron una intervención quirúrgica.
Murillo Karam se negó, ya que, obviamente, no quiere perderse el privilegio de entregarle la banda presidencial a Peña Nieto el sábado.
Lo que sí, es que habrá un procurador de pocas palabras. Al menos en el inicio de su gestión.
Que el ministro electo de la Suprema Corte de Justicia Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena estaba llamado a ocupar un cargo importante en el próximo gabinete.
Pero prefirió la Corte, en donde fue votado por aclamación. Nada mal para quien desde el SAT encabezaba la poco apreciada tarea de cobrar impuestos.
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