El IFE y los ajustes de cuentas
Nunca odies a tus enemigos: no te permite juzgarles
El Padrino
Ilustración:José Romero
A propósito de la multa del IFE a AMLO por haber rebasado los topes de campaña, en su columna de hoy en Milenio, el señor Ciro Gómez Leyva pregunta ¿quién le hizo mal las cuentas a López Obrador?[i] La razón es que, siguiendo su línea de pensamiento, no fue tan hábil como los demás partidos políticos para mentir y es que no hay otra forma de interpretar la cínica pregunta que encabeza la reflexión del periodista el día de hoy.
La mano del poder está presente y se hace sentir en todos los asuntos públicos y algunos privados en México. El caso Cassez y ahora la decisión del IFE, son sólo botones de muestra que evidencian cuán corruptas, ineficientes e inoperantes son las instituciones en nuestro país.
Esto es grave, porque como afirma Fernando Savater, la fiabilidad, efectividad y fortaleza de las Instituciones es condición sine qua non de la vida del hombre civilizado. “Si hay más miedo, cuando te ocurre algo, de acercarte a un policía que de no acercarte, esta es una acción importante de confianza y eso todavía le falta a México”[ii]
¿Quién le hizo las cuentas a López Obrador? Increíble pregunta. Cínica y aleccionadora. Por favor, que el contador del PRI ofrezca asesorías a los noveles principiantes de la alianza que representó el ex candidato de las izquierdas a la presidencia de México. Ese sí es de los buenos.
El IFE sirve para legitimar la corrupción, la trampa y la miseria política de este país. Es una institución permeada por la vileza, la mentira y la simulación, que castiga precisamente al que no sabe mentir, pero avala a quien ganó la contienda electoral a billetazos[iii], pasando por alto evidencias graves como el caso MONEX y muchas más “por falta de evidencias”.
Bien visto el asunto, el IFE no sancionó a AMLO, sino que premió el modus operandi de los que tienen una tradición casi centenaria en mapacherías electorales, como son los priistas.
Quienes votaron por AMLO, difícilmente pueden pasar por alto sus defectos, incongruencias y a veces francas contradicciones, pero nadie en su sano juicio puede pretender comparar al tabasqueño con Enrique Peña Nieto.
Hoy también, Ricardo Alemán basa su reflexión en la sanción del IFE a AMLO[iv]. Por supuesto, estos periodistas apelan a la construcción de un tipo de opinión pública desinformada, acrítica y desmemoriada ¿Es AMLO un tramposo? A mi juicio, es el más honesto de quienes participaron en la contienda. El tabasqueño no trató siquiera de maquillar cifras, esconder contribuciones o desviar recursos de los Estados para financiar su campaña. Eso es evidente.
Dice Alemán: “En el colmo del cinismo, AMLO va de nueva cuenta contra el IFE, que demolió cuando perdió en 2006 y al que ahora pretenderá destruir porque pillaron en sus trampas”.
¿Y las trampas del PRI? ¿Y la negociación del ex presidente Felipe Calderón con la lideresa magisterial para proclamar el “haiga sido como haiga sido”? El colmo del cinismo es preguntar quién le hizo las cuentas a AMLO.
La fobia del periodista no es nueva, novedoso sería un abordaje objetivo, imparcial e inteligente del asunto en comento.
¿Usted qué opina, estimado lector?
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