AMLO, la opción al nepotismo perredista en Guerrero y al pleito de @ManceraMiguel Mx y @m_ebrard
En fin, es otra razón del éxito de Morena, que con Andrés Manuel al frente marcha imparable hacia la meta, la primera que se ha fijado, de convertirse en el principal partido de izquierda en México. Morena lo logrará, antes de lo previsto.
Un trascendido de la columna “Templo mayor” en el diario Reforma, proporciona tres motivos para la reflexión. Antes de darlos a conocer, la cita completa de lo expresado en el mencionado rotativo:
“Los que finalmente se reencontraron fueron Marcelo Ebrard y Miguel Mancera. Se sabe que el ex jefe del gobierno capitalino y su sucesor no han tenido muy buena relación -por no decir ninguna- desde el cambio de poderes en el DF, el pasado 5 de diciembre. De hecho la reunión entre ambos no fue planeada, sino obligada por cuestiones amorosas: resulta que ambos acudieron a una boda en Acapulco. Quien se casó fue el diputado local Ángel Aguirre Herrera, retoño del gobernador guerrerense Ángel Aguirre Rivero. Entre el medio millar de asistentes que disfrutaron del atún con costra de ajonjolí y el robalo con escargots, estaban el dirigente nacional perredista, Jesús Zambrano, y el gobernador mexiquense, Eruviel Ávila. Por lo que se refiere a Ebrard y Mancera, sólo coincidieron en tomarse la foto con algunos de los invitados, pero no se les vio aprovechar el momento para limar asperezas”.
1.- Primera reflexión. El que se casó fue un hijo del gobernador Aguirre quien es, bendito dios, diputado local. Triste nepotismo en un partido, el PRD, cuyos líderes cada día tienen menos autoridad moral. Es lo que explica el crecimiento de Morena, de Andrés Manuel López Obrador.
2.- Segunda reflexión. La presencia del priista Eruviel Ávila en la boda prueba que el gobernador “perredista” Ángel Aguirre sigue siendo muy cercano al grupo político, del PRI desde luego, que domina el Estado de México. Lo era cuando buscó, por el partido tricolor, la candidatura a la gubernatura de Guerrero. Se le atravesó Manlio Fabio Beltrones, quien entregó la responsabilidad a Manuel Añorve. Eso obligó a Aguirre a buscar el poder por el PRD. Lo consiguió, pero sus lealtades continúan siendo tricolores. El PRD, pues, no ha dejado de vivir de los desechos del PRI. Eso también explica el crecimiento de Morena.
2.- Tercera reflexión. Ya es del dominio público que están distanciados el actual jefe de gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, y su antecesor Marcelo Ebrard. Se entiende, ya que Ebrard, cuando tuvo el poder para hacerlo, intervino de más en la integración del gabinete de Mancera. Es un hecho, por cierto, que mucho de lo que no ha funcionado en el gobierno de Mancera ha tenido que ver con herencias de Ebrard. Malas noticias para el PRD. Sin duda, ya que nada bueno dejará a ese partido de “izquierda” que sigan peleando sus dos principales figuras. ¿Que Mancera no es perredista? No lo es, pero es uno de los activos con los que cuenta el perredismo para tratar de parar a Morena. En fin, es otra razón del éxito de Morena, que con Andrés Manuel al frente marcha imparable hacia la meta, la primera que se ha fijado, de convertirse en el principal partido de izquierda en México. Morena lo logrará, antes de lo previsto.
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