Por Polimnia Romana
06 de Octubre, 2009 - 12:10
Las consecuencias de la política económica sin rumbo de Calderón fueron anunciadas con tiempo por Andrés Manuel López Obrador, apenas hace unos días desde Oaxaca volvió a advertir que el aumento del 17 por ciento a las gasolinas impactará en todas las actividades económicas, todos los bienes y servicios y todos los productos de consumo, lo que ocasionará el agravamiento de la crisis.
Una nota en La Jornada informa que la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) señaló que la actual administración pretende resanar el déficit sin atender sus causas, y criticó que en el paquete presentado el 8 de septiembre no hay medidas que combatan la opacidad y la inadecuada rendición de cuentas. Se trata de una crítica que el ejecutivo debería de tomar en cuenta, sobre todo porque no viene de López Obrador, de quien no acepta razones ni consejos.
Se necesita ser muy tonto o muy ciego para no entender que si no se combaten las causas del desastre económico, no existe posibilidad alguna de salir de la crisis. Pero Calderón se obstina en imponer medidas absurdas que sólo enredarán más las cosas.
Sinceramente no sé por que razón continúa en el cargo un hombre prepotente, ilegítimo, incapaz y deshonesto si el Congreso tiene en sus manos revocar el mandato.
¿Qué abusos más vamos a tolerar los mexicanos? ¿Qué hace falta para ejercer una presión en el Congreso para destituir a un hombre que está llevando al país al precipicio?
¿De verdad podremos con la carga de impuestos, alzas, inseguridad, violación de los derechos humanos y persecución de luchadores sociales y periodistas?
No es necesario que el descontento popular recurra a la violencia para hacerse notar, se trata de romper el cerco informativo y mentiroso para que el pueblo se organice y participe en acciones que recuerden a los dueños del poder económico que el mandato del pueblo está estipulado en la Constitución.
Si no detenemos a tiempo el paquete económico de Calderón para 2010, que sólo pretende golpear más a la gente, y no evitamos las alianzas perversas entre PRI y PAN para imponerlo, corremos el riesgo de que la historia se repita como hace 100 y 200 años.
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