Por Federico Arreola
06 de Octubre, 2009 - 07:02
En mi anterior columna dije que los conductores de Televisa son arrogantes porque esperan que todo el mundo los siga en Twitter, mientras ellos no siguen prácticamente a nadie.
Humberto Vela, de Monterrey, comentó mi artículo en Twitter señalando que la encuestadora María de las Heras está en la misma situación: la siguen muchos y sigue a muy pocos. María, en cuanto leyó tal crítica, con humildad se comprometió a cambiar su actitud. Admitió que una persona que se dedica a conocer la opinión de la gente no se puede dar el lujo de ignorarla en los debates de internet.
Alguien que se siente estrella, y que lo es pero de un canal menor de TV, Jairo Calixto Albarrán, de Milenio, respondió a mi columna diciendo, con altanería, que él sigue solo a quienes se le pega la gana. En Twitter discutí mucho con Jairo, quien fue defendido por algunos de sus seguidores.
Interrumpí el debate para subir a un avión y volar de Monterrey al Distrito Federal. Mientras viajaba, decidió meter su twittera cuchara Arturo Elías Ayub, uno de los principales funcionarios del Grupo Carso, vocero además de Carlos Slim Helú del que es, todo el mundo lo sabe, muy buen amigo y mejor yerno.
Arturo Elías me criticó y hasta se burló de mí. Eso me autorizó a responderle. Así que, en cuanto bajé del avión, le recordé en el Twitter su defecto más visible: que él tiene mala ortografía.
En su réplica, Arturo Elías Ayub no solo probó su terrible ortografía, sino que exhibió su lamentable fanatismo antipejista: "Yo confieso que tengo PESIMA ortografía ,ahora que @federicoarreola confiece que no ha sonreído en casi 3 años, jaja".
Al margen de que no se escribe "confiece", sino "confiese", es obvio que Elías Ayub, el yerno y vocero de Slim, pretendió de esa manera burlarse de mí y de los millones de mexicanos que votamos por López Obrador.
No creo que Arturo Elías Ayub haya participado en el fraude electoral de 2006, pero ya no tengo dudas de que aplaudió cuando Calderón se robó la Presidencia.
"Viene el 2012, te lo brindo", fue lo que respondí a Elías Ayub. Y es que, como en política no hay derrotas ni victorias definitivas, muchos vamos a seguir luchando.
Sabemos que tenemos la razón, que nos sobra autoridad moral y que, a la larga, si somos suficientemente tercos y diseñamos una buena estrategia, vamos a ganar. Lo quiera o no el más popular representante de la familia Slim. O diga lo que diga el propio Slim.
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