viernes, 23 de octubre de 2009

Noroña, amigo, el PRI está contigo--Política cero--Jairo Calixto Albarrán

Ya sólo por la dicha inicua de ver al secretario Copelas o cuellos, Javier Lozano, revolverse en el mullido sillón que había venido evadiendo olímpicamente durante su varias veces aplazada comparecencia en San Lázaro, valió la pena el paso del gran Noroñas en el estrado del Congreso. Mientras el diputado del PT lo señalaba por ser un canalla, un miserable y un mal mexicano, el hombre se daba tiempo para burlarse de panistas y priistas por la manera tan poco viril de dejársela caer a sus propios electores con una andanada mortal de impuestos.

Mientras llenaba de adjetivos al secre del Trabajo que nomás bufaba, el Noroñas se carcajeaba de los panistas por echarle la culpa a los priistas del desaguisado hacendario, mientras estos no atinaban más que a rendirle pleitesía a su domador con un cartel que hará historia: “Noroña, amigo, el PRI está contigo”.

Y es que no era para menos, ante los ataques, sin duda inmerecidos de Chesarito Nava (acusó a los choznos de don Plutarco de pusilánimes por no apoyar a Calderón en la enchiladota completa del paquete fiscal), aplaudían cuando Noroñas se pitorreaba del PAN. El PRI —el de la entrañable dictadura perfecta— siempre es un faro en la tormenta que alumbra con su templanza y patriotismo los más dudosos derroteros de la patria. Tan inmerecidos los señalamientos del presidente del PAN, que a los siempre mesurados chicos del tricolor no les quedó más remedio que responder con epítetos que no suelen aparecer en el bien cultivado jardín de su verba florida: El salinasdiputado, Francisco Rojas, le dijo mariquita, le dijo mandilón… bueno, casi, al llamar al provocador “Chamaco cobarde, llorón e irresponsable”, todo mientras el Gelboy del Edomex definía la actitud del panista como “vergonzante y de poca valentía”.

Y es que sólo a Nava se le ocurre darle un lleguecito a la carrocería a los del PRIcámbrico temprano, que son —su veintiúnico defecto— como jarritos de Tlaquepaque.

Casi tan corrientes y delicados como aquellos que se dieron golpes de pecho porque el senador Navarrete del PRD, mientras dictaba dudosas cátedras sobre internet con twiteros defensores del #internetnecesario, habló de Obama refiriéndose al “negrito”.

No sé por qué pienso que los senadores suponen que Twitter es un teibol de Garibaldi.

¿Se acabó el idilio telenovelero del PRI y el PAN? ¿Adiós a las concertacesiones y a las caricias mustias?

Lo único que anima es Karstenstein que afirma que la Ley de Ingresos aprobada, es “muy responsable y muy patriota”.

¿Noroñas será el antihéroe del 2%?

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