CONVOCATORIAS.--MAGU--Quizá desde el verano de 2006 no se había presentado una oportunidad similar para cierta izquierda dura. La marcha de hoy será medida, quieran o no las partes, como ese ejercicio de machos de cantina que conocemos como “vencidas”. “Vencidas” entre la izquierda más radical y la derecha en el poder federal. Detrás del Sindicato Mexicano de Electricistas no están PRD o PT; ésos, en todo caso, le han servido de “fachada”, nos explican. El SME es o fue un sindicato rico que ha beneficiado a candidatos y personalidades de ambos partidos. Lo que hay detrás de esta organización, nos dicen, son grupos muchísimo más radicales. Nadie dijo ilegales, ojo. Radicales. Y, claro, en el gobierno hay sospechas en el sentido de que los electricistas han apoyado a organizaciones clandestinas aunque, si tuvieran datos en firme, ya los habrían utilizado. No es Andrés Manuel López Obrador contra Felipe Calderón Hinojosa, o la izquierda contra la derecha. Es más que eso. En el contexto del apagón de Luz y Fuerza del Centro se enfrentan dos proyectos completamente antagónicos, irreconciliables, con dos ideas muy distintas de país. Los tibios se han hecho a un lado: Jesús Ortega, sólo por poner un ejemplo, tomó un avión para andar lejos: hoy estará en Tabasco.
La Comisión de Energía del Senado, que encabeza el priísta Francisco Labastida Ochoa, se ofreció ayer a mediar entre el SME y el gobierno federal. Hizo lo mismo unas horas antes el perredista Marcelo Ebrard, jefe de gobierno del DF. Pues ni uno ni otro pueden. Labastida ya expresó, incluso a contracorriente del discurso de Francisco Rojas, líder de los diputados del PRI, que está de acuerdo con la liquidación de Luz y Fuerza. Y Marcelo Ebrard está plenamente identificado con la izquierda, y tiene más coincidencias que diferencias con un actor de este conflicto: Andrés Manuel López Obrador.
La desaparición de Luz y Fuerza, y su sindicato, se ha convertido en la piedra angular del reposicionamiento político de Calderón de cara a su segundo trienio. Ayer recibió ovación cerrada en un evento empresarial de la CIRT. Quizá por ello esta semana el gabinete no ha hecho otra cosa que desfilar en apoyo a la medida. No sólo han puesto su granito de arena los secretarios implicados en la medida (Energía, Trabajo, Hacienda, Economía, Gobernación y Defensa); también los que, en teoría, no tendrían vela en el entierro. Ayer el titular de la Sedesol, Ernesto Cordero Arroyo, anunció que los 42 mil millones de pesos que cada año se destinaban a LyFC se dedicarán a combatir la pobreza. Buena noticia, sin duda, aunque altamente sospechosa de constituir un argumento en la batalla por la opinión pública. La apuesta de Calderón es enorme.
Apunte final: Francisco Rojas y Manlio Fabio Beltrones trabajan en una alternativa de paquete económico alterno al de Los Pinos. Llevan tremenda encerrona con gobernadores y legisladores, líderes y especialistas. En una semana está listo. A ver…
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