lunes, 5 de julio de 2010

BAJO RESERVA

Hay varios ganadores, definitivamente. Uno de ellos es el modelo de competir en alianza. El mejor ejemplo para ilustrar que las coaliciones funcionaron es, curiosamente, la derrota del PRD de Amalia García, del PT de Ricardo Monreal y del panismo local en Zacatecas. Juntos habrían vencido a Miguel Alonso Reyes del PRI, que ni priísta es. Los tres partidos, por dinámicas nacionales y locales, decidieron irse por separado. Cayeron. Y el mejor ejemplo de una alianza triunfadora está en Oaxaca en donde, si se confirman casi todas las encuestas de salida hasta anoche, Gabino Cué habría vencido; el priísmo de Ulises Ruiz habrá perdido un bastión histórico. Aunque en Hidalgo no funcionó la coalición con Xóchitl Gálvez, sí avanzó en Puebla y en Sinaloa; y donde las cifras son muy cerradas en esas dos entidades, los opositores habrían triunfado. En el balance general, indicaron las cifras hasta anoche, dos ganadores de este proceso son César Nava, dirigente nacional panista, y Jesús Ortega, líder del PRD. Un triunfador más —quien se sumó a la apuesta de Ortega abiertamente— es un personaje que importa en el escenario de 2012: Marcelo Ebrard. Y definitivamente ganó la paz. Contra las previsiones de que la violencia sería un protagonista de estos comicios, el narco ayer no fue noticia en las casillas. De confirmarse la alta votación en Tamaulipas, que le daría el triunfo a Egidio Torre Cantú del PRI, el gran triunfador de este proceso fue el ciudadano, que, como en ese estado, venció el miedo y salió a decidir por sus gobernantes.



Y hay perdedores claros. Dos de ellos son los grandes opositores de las alianzas: Andrés Manuel López Obrador y Fernando Gómez Mont. Aunque AMLO no se distanció de Gabino Cué en Oaxaca, sí presionó contra las coaliciones en otros estados; el secretario de Gobernación hasta renunció a su partido, el PAN. Aunque el panismo de Nava le entrega buenos resultados y tiene razón para celebrar, el presidente Felipe Calderón también perdió una apuesta fuerte: la de Miguel Ángel Yunes en Veracruz, quien perdía ayer por amplia diferencia. Quizás si no se impone al ex director del ISSSTE, Gerardo Buganza habría generado una coalición y quizás le mete un susto al PRI veracruzano. Pero a Yunes no lo quería casi nadie: ni los panistas locales, ni el resto de los partidos.


La Secretaría de Gobernación contó hasta casi la medianoche de ayer domingo 24 averiguaciones previas y 85 actas circunstanciadas por incidentes registrados en distintas zonas del país por el proceso electoral. Pocas, nos dicen.


Apunte final: Los senadores querían estrenar nueva sede en avenida Reforma a partir del 1 de septiembre, con el inicio del próximo periodo ordinario de sesiones. Pero la obra está tan retrasada, que la esperanza se vino abajo. El consenso es ahora esperar a que la obra esté al 100 por ciento para hacer planes.

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