de Guadalupe Lizarraga .. ¿A quién sirve Denise Dresser? ((Practicante del veletismo))

Con argumentos falaces y desatada confusión acerca del significado político de la opción que representa AMLO para México en este tiempo, la periodista Dresser sigue exhibiendo su odio ciego a López Obrador. Dresser, que se presenta como analista, no logra sostener racionalmente sus juicios, sino por el contrario, los vuelve ataques ad hominen para descalificar la única opción política que ha desnudado de frente a la mafia integrada por la clase gubernamental y empresarial que se ha adueñado del país.
El cúmulo de adjetivos con los que intenta descalificar a López Obrador, nos hace pensar que AMLO realmente es la opción que necesitamos como gobernante, porque el reto de romper los círculos de poder formados por Salinas de Gortari, Fox y Calderón y empresarios cómplices, sólo ha sido cuestionado por AMLO con incansable obsesión.
Por lo demás resulta irrisorio, la sarta de calificativos que elige la señora Dresser para atacar a AMLO. Por ejemplo, “Irremediablemente combativo”: Como todos sabemos, México ha sido secuestrado por la elite política y empresarial, a quien el analista Álvaro de Regil le ha llamado “La Escoria Ladrona”. Para enfrentar este poderoso grupo, necesitamos, efectivamente, un político “irremediablemente combativo”, tal como acierta a describir Dresser a López Obrador. Ejemplo que debemos incluso seguir los mexicanos, especialmente los que tenemos un compromiso público, como es el de informar y analizar sobre la vida política.
Dresser se caracteriza por sus imprecisiones y su ignorancia en el uso de los términos políticos. Ya en varias ocasiones la han cuestionado, desmentido y enseñado sobre el significado tanto de los acontecimientos como de las palabras. Éste es el caso del sociólogo Mauricio Sáez de Nanclares en el 2006, y sin embargo la señora Dreser no se da por enterada y sigue escribiendo lo mismo desde entonces, cuando de López Obrador se trata:
"Creer que" es diferente de "creer en", y esa diferencia está bien señalada en otras lenguas, como el inglés (think of y believe). Una persona puede creer que lo que dice AMLO es verdad sólo porque cree en él. Por ello, también es posible que, como alguien cree que lo que dice AMLO es verdad, entonces puede creer en él, o no creer en él: da igual. Es nuestro derecho y no tenemos que abdicar de la razón para poner nuestras creencias en donde mejor nos parezca. Mauricio Sáez de Nanclares, 2006 (http://bit.ly/9G1bih).
No es nuevo tampoco que las instituciones en México han sido pervertidas. Y ser anti-institucional, como acusa Dresser a AMLO, es en realidad estar contra de la escoria ladrona. Ningún mexicano de a pie puede confiar en el Estado de derecho, cuando éste está fracturado y no hay juez alguno que ejerza verdaderamente con compromiso ciudadano y moral pública, pese a que ganan más de 300 mil pesos mensuales. La mafia gubernamental está en todas partes. Y Dresser, con insistente necedad, escribe como si no lo supiera.
Por otra parte, la analista acusa a AMLO de que “metió a la izquierda en un callejón del cual le está resultando muy difícil salir”; se le olvida a la señora Dresser que la izquierda en México no depende de AMLO, ni es AMLO siquiera. El hueco que se preserva en la izquierda mexicana no logra llenarse partidistamente; sin embargo, AMLO es la opción arrebatada impunemente que teníamos los mexicanos que no somos cómplices de la derecha ni de los partidos que permiten el robo del país.
La señora Dresser, con todas sus imprecisiones e incongruencias, nos dice que México necesita una “izquierda con ideas viables y no sólo posiciones morales”. Y se le olvida nuevamente a la señora que para México ése ha sido el talón de Aquiles por el cual estamos muriendo como país. México necesita políticos con un compromiso moral fuerte y sólido, y también necesita periodistas serios y comprometidos con el bienestar de todos y no sólo con un grupo, como está comprometida la señora de Proceso, aunque con ello, siga muriendo el país.