PUEBLA, Pue., 10 de julio (Proceso).- Detrás de quien gobernará –o intentará gobernar– el estado de Puebla se yergue soberbia la figura de Elba Esther Gordillo, artífice de la alianza electoral que aplastó al desprestigiado Mario Marín. Pero el ganador de la contienda, Rafael Moreno Valle, declara a Proceso que no será un títere de “la maestra” y niega haberle ofrecido, por ejemplo, la cartera de Educación.
La victoria de la coalición opositora que postuló al expriista Rafael Moreno Valle derrumbó el cacicazgo de Mario Marín y su proyecto transexenal de cuatro periodos, incluido el previsto para su hijo, pero ahora se gesta otro feudo: el de Elba Esther Gordillo, presidenta vitalicia del magisterio nacional y mentora política del próximo gobernador.
Gordillo tejió la alianza opositora, delineó la estrategia de campaña, designó representantes de las 6 mil 600 casillas y la víspera de las elecciones, el sábado 3, supervisó personalmente un ejército de más de 600 operadores, la mayoría profesores de Morelos, Aguascalientes y Guerrero, en una reunión subrepticia custodiada por la Policía Federal, en Izúcar de Matamoros.
Tras la jornada electoral del domingo 4, cuando ya era un hecho el triunfo de Moreno Valle, Gordillo se sumó a la celebración y lo felicitó telefónicamente, como confirmó al reportero Juan Carlos Mondragón, dirigente estatal del Partido Acción Nacional (PAN): “Rafa me dijo que había hablado con la maestra y que estaba en una reunión con sus amigos”.
Y para no dejar duda de que a Gordillo debe facturarse el triunfo de la coalición Compromiso con Puebla –integrada por el PAN, Partido de la Revolución Democrática (PRD), Convergencia y Nueva Alianza (Panal)–, el secretario general de la Sección 51 del SNTE, Cirilo Salas, reivindicó el peso definitorio de los profesores.
“Los votos de los maestros fueron los que pesaron en esta elección, quienes inclinaron la balanza”, subrayó Salas, quien desde abril proclamó el apoyo de Gordillo a Moreno Valle y a unos días de la elección aclaró que no eran 7 mil ni 8 mil los activistas del magisterio, sino los 70 mil maestros del estado.
Los operadores del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), casi 4 mil de los cuales se querían hacer pasar como observadores que fueron rechazados por el Instituto Estatal Electoral (IEE) –controlado por el gobernador–, neutralizaron las maniobras tramadas por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), que ahora se dice víctima de una “elección de Estado”.
Extracto del reportaje que se publica en la edición 1758 de la revista Proceso, ya en circulación.
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