Sospechoso. Todo lo que se ha dicho antes, durante y después de la liberación de Diego Fernández de Cevallos ha estado sospechoso.
¿Por qué? Porque, entre otras cosas, no es normal que la gente se presente ante la opinión pública después de un secuestro como el Jefe Diego se presentó ante los medios de comunicación el lunes pasado.
Y mire que hemos visto liberaciones de todo tipo en televisión, desde la de Ingrid Betancourt hasta la de las chicas del llamado clan Trevi-Andrade, pasando por gente común y corriente que ha sido privada de su libertad en diferentes circunstancias.
Y nadie se ha plantado ante las cámaras y micrófonos citando a Cervantes, manejando su propio automóvil de lujo ni llevándole rosas a su pareja.
¿Qué es lo que se está tratando de ocultar aquí? ¿Qué es lo que se está tratando de cuidar?
¿La buena imagen del señor Fernández de Cevallos? ¿Por qué? ¿Porque va a ser el candidato del Partido Acción Nacional para las elecciones presidenciales de 2012?
¿Entonces los secuestradores ya lo sabían y por eso actuaron como actuaron? ¿Estamos hablando de un secuestro preelectoral?
¿Quién tenía esa información? ¿Quién se la pudo haber filtrado a un grupo “terrorista”? ¿A quién le podía haber interesado meterle un susto a don Diego? ¿A algún partido político?
Por eso es importante que las cosas se aclaren, porque si nadie dice nada nuestra imaginación va a ir y a venir hasta que hagamos afirmaciones tan delicadas como que el secuestro ya forma parte de la guerra sucia entre los partidos políticos mexicanos.
¿Qué necesidad había de organizarle un numerito de presentación tan extraño al señor Fernández de Cevallos? ¿De cuidarle la imagen del cabello, pero el de diseñarle otra completamente diferente para la barba?
¿Por qué Televisa, la empresa que había prometido no decir nada hasta que apareciera este señor, fue la televisora que ganó la nota de su liberación? ¿Había negociado la exclusiva desde antes?
¿Entonces Televisa ya sabía que algún día don Diego iba a aparecer? ¿Cómo es que lo sabía? ¿Cómo es que ni José Cárdenas ni El Universal, que habían sido las instancias que mayor seguimiento le habían dado a esta nota, no dijeron nada y cuando se adelantaron para decirlo fueron atacadas hasta el aniquilamiento? ¿Por qué?
No sé usted, pero yo me siento como si estuviera viviendo un asunto prefabricado para favorecer al señor Fernández de Cevallos, como para ayudar al PAN y como para distraernos de los verdaderos desastres nacionales.
Es muy sintomático que nomás apareció el Jefe Diego y se nos olvidaron San Martín Texmelucan, el caso de Marisela Escobedo y un montón de notas que son una vergüenza internacional.
Nomás le voy a dar un dato para que se asuste: ¿Cuándo fue la última vez que una noticia se dio como algo especial en el Canal de las Estrellas?
Ni los terremotos ni las elecciones se estaban dando en XEW-TV. Todo iba a los sistemas informativos, como ForoTV, o se guardaba hasta la hora del noticiero de la noche. ¿Por qué el rescate de Diego Fernández de Cevallos no?
¿Qué tiene él que no tuvieron ni Marisela Escobedo ni Hugo Alberto Wallace? ¿Qué tiene él que vale más que los muertos de San Martín Texmelucan y los terremotos de Mexicali, Haití y Chile? ¿Qué?
¿Ahora me entiende cuando le digo que esto está muy sospechoso? Yo no creo que los medios tradicionales hubieran reaccionado igual si se hubiera tratado del secuestro de otro político de algún otro partido. ¿O sí?
Y luego está esta historia de La Red por la Transformación Global. ¿Qué es eso? ¿De dónde salió? ¿Qué les dio a sus integrantes por secuestrar a don Diego y no a alguna otra persona? ¿Qué les dio como para no pedir nada que no fuera dinero?
Estos grupos normalmente piden la liberación de presos políticos, cambios sociales, espacio en los medios. Los autores del plagio del señor Fernández de Cevallos, no. ¿A usted no le hace ruido este dato?
¡Pobre don Diego! Un secuestro es una desgracia que no se discute porque muchísimos mexicanos lo hemos vivido o hemos estados cerca de alguien que lo ha padecido, pero aquí hay algo más.
Quiero pensar que se trata de un problema de comunicación, de un mal manejo de las señales. Quiero pensar eso porque, de lo contrario, estaríamos ante algo grave. ¿A poco no?
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