Sí, desafortunadamente México aporta nuevos santos inocentes. Nuestros amados niños que murieron quemados vivos en una guardería subrogada por el IMSS a familiares y amigos de los gobernantes en turno, cuyo único fin fue el lucro y no la atención que merecen los hijos de las trabajadoras que confiaron su tesoro en manos equivocadas.
También los pequeños que mueren acribillados en retenes militares, cuyo único delito es transitar en coches viejos por caminos que antes les pertenecieron y que hoy están en manos de militares impunes, capaces de matar hasta su propia madre.
Se suman a estos nuevos santos inocentes los jóvenes asesinados en fiestas familiares o universidades privadas. Ya nadie está a salvo de convertirse en DAÑO COLATERAL de una guerra ordenada desde Washington, y seguida por los que por ambición la aceptaron, olvidando que el único futuro que tenemos está en esos niños y jóvenes que hoy pierden la vida sin que nadie pueda defenderlos o exigir justicia por sus vidas impunemente cegadas.
Sé que muchos columnistas y falsos periodistas aprovecharán esta fecha para hacer bromas o difundir actos chuscos. Qué bueno que puedan divertirse en medio de la tragedia que estamos viviendo.
Yo, en cambio, no puedo reír ni intento hacer reír a nadie en este día de los Santos Inocentes, que además es mi cumpleaños.
Lo único que quiero es expresar mis condolencias a los padres, a los familiares y amigos de esos nuevos Santos Inocentes del México triunfador que promovió la tele para mantener en el poder a la derecha destructiva que nos domina desde hace años.
En especial, va mi abrazo solidario a las madres y padres de los niños que murieron en la Guardería ABC, y que conocí de cerca cuando llegaron a la Ciudad de México para reclamar la justicia que no llega...
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