Que dirigentes del PRI dicen que la visita de dos días de Carlos Salinas de Gortari a Yucatán fue para convencer a la gobernadora Ivonne Ortega de que acepte la secretaría general del nuevo comité ejecutivo, en una jugada de dos bandas: para zafarse del golpeteo estatal de la Coparmex en su contra, y para apuntalar el equipo de avanzada que lanzará la candidatura presidencial del mexiquense Enrique Peña Nieto.
Y conste que después de reunirse, comer en privado y caminar por el Paseo Montejo con Ortega, el ex presidente dijo que los mexicanos no están pensando en el 2012, sino en los problemas que los agobian.
Que en el tricolor prevén que la relación con el gobierno federal panista cambie tras la inminente llegada de Humberto Moreira a la dirigencia nacional, porque aseguran que la interlocución de Beatriz Paredes con el presidente Calderón es “muy estrecha” y el estilo del gobernador de Coahuila es distinto.
Que hablando del 2012 y sus eventuales protagonistas, Marcelo Ebrard arrancará el año nuevo con su imagen en varios espectaculares.
Pero no ordenados por él o su equipo, sino por la Asociación Mexicana de Publicidad Exterior, que prepara una campaña contra el jefe del Gobierno del Distrito Federal por “romper” un pacto y “dejarlos sin trabajo”, al retirar anuncios con el argumento de que violan la Ley de Protección Civil.
Pero esta bronca no es la única en puerta.
Que la bancada priista en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal advirtió que a partir de enero de 2011 los taxistas también organizarán manifestaciones de descontento debido a que la Setravi no ha respetado el acuerdo de aumentar 20 por ciento las tarifas.
El diputado Leobardo Urbina dijo que dar marcha atrás es “una estrategia electorera del GDF”.
Que el grupo de alto nivel para los migrantes creado ayer por Honduras y México comienza en el peor entorno, por las múltiples denuncias de secuestro de indocumentados, apoyadas por el propio ombudsman nacional y varias ONG mexicanas, y por las protestas diplomáticas de Guatemala, que ya acusa asedio de Los Zetas.
Si no hay un llamado firme de la SRE, no se ve cómo el gobierno de Álvaro Colom y el de El Salvador se integren en enero, como se prevé en el acuerdo suscrito.
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