El diario La Jornada informó ayer que los mexicanos con mayor capacidad económica enviaron más de 93 MIL MILLONES DE DÓLARES al exterior durante el gobierno en curso, para ser depositados en bancos como inversión directa o para su colocación en otros activos en diversos países, según datos proporcionados por el Banco de México.
El envío de estos recursos al exterior significó que 94 de cada 100 dólares que ingresaron a México por las remesas de mexicanos que trabajan en el exterior volvieran a salir del país en el mismo periodo.
O sea que el envío de remesas que en otro momento sirvió para reactivar la economía interna hoy no sirve de nada porque así como entran dólares ganados con el sudor de la frente de miles de mexicanos que tuvieron que abandonar el país para buscar la manera de sostener a su familia, ha salido casi la misma cantidad de dólares de los mexicanos privilegiados que en vez de invertirlos o gastarlos en su país, los aseguran lejos de aquí.
Esta conducta egoísta y perversa no es nueva para nosotros, los allegados al PRI hicieron lo mismo en su momento, muchos “amigos” del sistema que se hicieron inmensamente ricos al amparo del poder y el tráfico de influencias se llevaron “su” dinero a cuentas bancarias de Suiza, Londres, Francia y demás países europeos, o a Estados Unidos.
El mensaje para el pueblo de parte de la oligarquía que nos domina ha sido muy claro: mientras el pueblo se mantenga en la ignorancia, la explotación y la depresión, los poderosos conservarán sus privilegios.
Ante la posibilidad de que la gente se informe bien, se organice y empiece a tomar acciones para que las cosas cambien y los beneficios no sean sólo para unos cuantos sino para todos, la oligarquía toma medidas cada vez más drásticas contra el pueblo, como la militarización, la violación a los derechos humanos y a las garantías individuales, la monopolización de los medios de comunicación, la represión y la desaparición de líderes y periodistas, en fin, para qué le sigo si todos sabemos de sobra cómo se las gastan los poderosos para mantener la misma política de pillaje que nos ha llevado a esta crisis.
Es triste que los mexicanos que sí aman a su país y no olvidan nunca a su gente, estén enviando remesas mientras los delincuentes de cuello blanco se llevan en costales la posibilidad de un mejor futuro para el pueblo y para México.
Qué bueno que la gente está despertando, y qué bueno que sí tenemos políticos y líderes honestos que no nos van a traicionar. Hace un buen rato que empezamos a caminar por el camino correcto y lo vamos a seguir transitando hasta lograr el cambio que merecemos.
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