Una evidencia contundente de la forma patrimonialista como maneja el presidente de la COFETEL, Monny de Swaan, esa institución; está en el desmentido que hicieron los comisionados Ernesto Gil Elorduy, Alexis Milo Caraza, Gonzalo Martínez Pous y José Luis Peralta Higuera al comunicado unilateral de Swaan que afirmaba que “era el pleno del organismo quién había decidido aplazar la votación del proyecto hasta que no fueran…”atendidos elementos que quedan fuera de la competencia de esta comisión”.
Los comisionados de COFETEL revelan en su desmentido a Monny de Swaan que existe una grave incomunicación entre este defensor de los intereses de otro poder, que no especifica cuál es, y los integrantes del organismo.
Opacidad del manejo de Monny de Swann hasta dentro de la COFETEL.
La corrupción y el tráfico de influencias son monedas de curso corriente en la COFETEL. Monny de Swaan ha declarado cínicamente que “solamente el 5% de los contratos del organismo “son para los cuates”.
Y con el mismo desparpajo se defiende de las acusaciones de tráfico de influencias que se le imputan, diciendo que “es víctima de una campaña de Javier Tejada Dondé, responsable de Televisa en materia de Información”.
En efecto, por los canales de Televisa se transmitieron notas periodísticas acerca de los contratos entregados por Monny de Swaan a sus “cuates” Ojeda y Baur. Esas asignaciones representaron para COFETEL una erogación aproximada de más de 200 mil dólares.
En SDPnoticias dimos cuenta de esa información tanto en la presente columna como en varias notas aparte.
Y más, también hemos denunciado la extraña y omisa conducta del Ejecutivo en este crítico asunto de las comunicaciones en México.
No se sabe sí a Calderón le interesa frenar los monopolios en México, o si está atrapado en la red de intereses de personajes tan descalificados como Luis Téllez, Javier Lozano o el perseguido por el SAT ex coordinador de la precampaña de Santiago Creel, Jorge Älvarez Roth, integrante de esa Mafia.
Se han pronunciado una serie de incompletas, confusas e incoherentes declaraciones de los órganos reguladores inmiscuidos en este caso, COFETEL y Comisión Federal de Competencia.
La sociedad no entiende qué está pasando realmente.
La tercera cadena de televisión nacional no se ve para cuando aparezca. Menos la cuarta que en un tiempo fue considerada.
Isaac Saba, un cuestionado empresario dedicado a un especial manejo de medicamentos cobijado por la ineficiente COFEPRIS, quiso hacer una propuesta aliado a Telemundo de General Electric.
Pero los antecedentes de Saba en materia de televisión son negros. Trató de sorprender a Ricardo Salinas Pliego cuando ambos iniciaron un proyecto sobre el canal 40. Y de pronto ya Isaac Saba era más partidario del pillo de Javier Moreno Valle que del verdadero capitalizador de la empresa, el empresario Salinas Pliego.
Como buitres, están a la caza del resultado los “periodistas” que engañan al dueño de Milenio TV “convenciéndolo de que representan competencia real, comercialmente hablando, a Televisa y Azteca.
Milenio Tv es una recreación pseudo intelectual de Marín y Ciro Gómez Leyva que no tiene la menor penetración en las audiencias televisivas significativas, cuantitativas y cualitativas, de México.
El affaire Monny de Swaan deja en el aire la pregunta de cómo actuará la COFECO, que encabeza Eduardo Pérez Motta, ante los poderosos monopolios de telefonía fija y móvil; del pan, de las tortillas y la masa, entre los casos más señalados que afectan el bolsillo de los mexicanos.
Desgraciadamente no hay por lo pronto, visos de respuesta en los pocos meses que le quedan a Felipe Calderón al frente del Ejecutivo Federal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario