El específico caso Mancera en el DF me pone a pensar en que, por tomar una actitud crítica, no hay porque molestarse, o decir que estamos dividiendo: que muchos compañeros de la base de Morena tengan un nivel más crítico y analítico obedece al proceso de aprendizaje y concientización política que se ha venido desarrollando.
Si este nivel de conciencia e información política lo hubiéramos tenido en el 2006, estoy segura que no nos estaríamos confrontando por la candidatura de Mancera, sino que ya nos hubiéramos confrontando por las candidaturas chuchas, pero en aquél entonces, teníamos más buena fe que conciencia política y le dimos un voto de buena fe a esos chuchos. Hoy vemos y palpamos los resultados.
Y no, al decir 'confrontarnos' no significa que hay que cortarse las venas con galletas saladas, porque hasta la confrontación que veo que ya existe entre la base Morena que ya denuncia en todo el país los arribismos políticos en los comités, forma parte del proceso natural de cambio que estamos gestando. Estamos llegando al momento en que las bases ciudadanas, por su nivel de conciencia crítica, ya comienzan a ser factor de presión para la política tradicional de partidos con la denuncia por delante y por encima del cómodo u obediente silencio. Estamos caminando hacia adelante, a pesar de que en estos momentos nos señalen a algunos como "factores de división". La razón siempre será la razón y esta siempre termina aflorando e imponiéndose
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