Antes de que los pejistas me vayan a mentar la madre por el título de esta columna, lean bien por qué lo digo.
1. De acuerdo con los datos de la encuesta de enero de Mitofsky, sólo 59% de los que votaron por el PAN en 2006 lo harán de nuevo en 2012. 7% de los que votaron por Calderón votarán por AMLO y 21% de los que votaron por Calderón votarán por el PRI.
2. Hay un empate técnico entre AMLO y Enrique Peña Nieto. 28.4% para AMLO y 30.7% para Peña Nieto.
3. El aumento de votos más fuerte para el PRI en 2012 es el 21% de los votos del PAN en 2006.
4. Roy Campos dice que ese 21% son priistas que votaron por Calderón. No creo que todos lo sean. Creo que una cantidad importante son panistas decepcionados con el PAN porque en este sexenio les fue de la fregada con su "presidente del empleo."
5. El 21% de los 15 millones que supuestamente votaron por Calderón es equivalente al 6.8% del total de los electores que probablemente votarían en 2012.
6. Por consiguiente, si lográramos que la mitad de esos electores no votaran por el PRI, y votaran por el PAN, los porcentajes quedarían así:
AMLO: 28.8%
EPN: 27.3%
JVM: 27.2%
AMLO ganaría la elección presidencial sin problemas asumiendo que los votantes indecisos, que son 18%, tuvieran una distribución similar a los porcentajes que hay actualmente entre los tres candidatos.
Es más: con que poco más de la tercera parte del 21% que votó por el PAN en 2006, y que ahora votará por el PRI, votara por el PAN nuevamente, AMLO rebasaría a Peña Nieto y Josefina Vázquez Mota seguiría quedando en tercer lugar.
Se preguntarán: ¿Y por qué no mejor convencer a los panistas y a los priistas de que voten por AMLO? Pues porque va a resultar difícil que eso pase.
1. Del 59% que votará de nuevo por el PAN, 48.8%, según Mitofsky, votaría por el PRI si tuviera que votar por otro partido. Los panistas son priistas de closet, pues. Sólo 1% votaría por AMLO.
2. Los priistas no van a votar por AMLO porque creen que ya la tienen ganada. Los únicos priistas que podrían votar por AMLO son los que renuncien al PRI porque no les dieron hueso. Y el PRI acaba de mover las fichas con el PANAL y el PVEM para hacerle creer a los priistas que les va a tocar hueso cuando en realidad los va a dejar colgados de la brocha por apoyar al PANAL y al PVEM. Es decir, no tiene mucho caso decirles a los priistas que voten por AMLO cuando creen que ya ganaron.
3. Y como los panistas son más proclives a votar por el PRI que por el PRD, entonces lo que realmente funcionaría sería decirle a los panistas que piensan votar por el PRI que mejor voten por el PAN.
De esa manera se reduce la ventaja de Peña Nieto, Josefina Vázquez Mota sube un poco pero no lo suficiente para ganar, y AMLO gana las elecciones presidenciales.
ERGO...
Cuando hablen con algún panista, pregúntenle por quién va a votar. Si dice que por el PRI, díganle que mejor por el Peje. Si no quiere, díganle que entonces mejor por el PAN, pero que por el PRI no.
De igual forma, no creo que le convengan mucho al lopezobradorismo atacar a Josefina Vázquez Mota porque si los panistas deciden no votar por ella, es más probable que voten por el PRI que por el Peje.
Al que debemos criticar con todo es a Enrique Peña Nieto, para que los indecisos y los panistas que piensan votar por él se desistan de hacerlo.
Porque, oh sorpresa: según Mitofsky, 2 de cada 3 priistas preferirían votar por AMLO si tuvieran que votar por alguien más, y sólo 1 de 3 votaría por el PAN.
La estrategia para los pejistas, entonces, debe ser asegurarse de que los panistas no le den su voto al PRI. Si no quieren dárselo al Peje, pues que se lo den al PAN. De todos modos no les alcanzarían los votos para rebasar a AMLO, pero sí debilitarían al voto de Peña Nieto.
Por eso mejor AMLO 2012.
PD: OJO: esto que les digo es para la elección de PRESIDENTE. Para las elecciones locales hay que convencer a todos de votar por la izquierda.
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