Hay en el municipio más poblado del país –poco más de un millón 400 mil personas– una idea muy clara de lo que sucede con el PRD y el gobierno del estado: no son rivales ni aliados, sino simplemente socios.
Esto porque, frente a las próximas elecciones, el PRD, que en ese municipio está cooptado por los chuchos y su brazo cobrador ADN, ha alargado la decisión de quien será su candidato a la presidencia municipal para tratar de acortar los tiempos de conflicto cuando señalen que la candidatura recaerá en un personaje sin posibilidades de triunfo, y que esto favorezca los planes de Enrique Peña Nieto.
Nos referimos, desde luego, al municipio de Ecatepec, que ya estuvo en manos de un grupo que no pertenece a Nueva Izquierda, pero que se perdió luego de la sociedad entre PRD y PRI, y que ahora se requiere, de todas formas, no sólo para que Peña Nieto gane la elección, sino para que la influencia de ese triunfo gravite en el Distrito Federal, es decir, en la delegación colindante con ese municipio.
La posibilidad de que la izquierda sin los chuchos logre obtener la nominación para la candidatura, e incluso abra posibilidades de triunfo, recae en José Luis Gutiérrez Cureño, quien ya fue munícipe del lugar y, según se dice, tiene amplia ventaja en las mediciones que se hacen en Ecatepec, porque se le consideró buen alcalde.
Esa situación prendió focos rojos en la tribu chuchista, que se ha convertido en enemiga de la candidatura de Gutiérrez Cureño, y hasta la fecha, a unos días de que una encuesta defina el nombre del candidato, la dirección del PRD municipal quiere sacar de la jugada al ex funcionario.
El pleito es en serio y tiene importancia mayor. Ecatepec colinda con Gustavo A. Madero, del lado del Distrito Federal, y hay quienes aseguran que se trabaja fuerte por el lado del PRI para arrebatar la delegación a los amarillos. Incluso se habla de encuestas en las que se pierde en este momento la demarcación. Es necesario recordar que GAM es la segunda delegación en importancia de votos en la capital, sólo después de Iztapalapa, y que los sufragios entre las dos partes, Ecatepec y GAM, son más que importantes también para la elección presidencial.
Ecatepec tiene un padrón de más de un millón de votantes, y se calcula que en cada elección salen a votar cerca de 800 mil, número bastante importante para cualquiera que vaya a una elección, como la próxima para Presidente de la República. Si a eso se añade la cantidad de sufragios que pueden salir de la delegación Gustavo A. Madero, cuya lista nominal va más allá del millón de posibles electores, se explica por qué Nueva Izquierda pretende entregar el municipio al PRI.
Juntos, el municipio y la delegación, bien podrían decidir, en un momento dado, el futuro político del país, y eso se sabe en los cuarteles del PRI y de Andrés Manuel López Obrador, que no es el mismo que el del PRD, aunque usen esas siglas.
Por eso es de suma importancia la lucha que ha emprendido Gutiérrez Cureño. En ese personaje se apoyan una serie de proyectos vitales para dar certidumbre al futuro electoral. El pleito entre el delegado en GAM, Víctor Hugo Lobo, y Marcelo Ebrard acercó al primero a las fauces de Nueva Izquierda, y es poco el trabajo que se hace ahora en favor de la candidatura de López Obardor.
Entonces el conflicto allí debería ser seguido con lupa, para impedir un nuevo chuchinero.
De pasadita
Se quiera o no, el nombre de Beatriz Paredes empieza a recobrar la presencia que tuvo hace algún tiempo en el Distrito Federal. No se trata de Peña Nieto, que en el DF no parece tener muchos seguidores, sino del trabajo que el PRI empieza a realizar, porque ha encontrado fisuras importantes en el PRD. Que nadie se extrañe de escuchar el nombre de importantes personajes de la llamada izquierda, además de los que ya están, convertidos en fuerzas priístas a causa de las trampas y las malas jugadas del perversor. Ése es el costo del agandalle
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