Dicen que a los hombres los conoceremos por sus obras. Marcelo Ebrard Casaubon quiere ser Presidente y es un político camaleónico, digno de las mejores artes de la diplomacia y la institucionalidad que le han permitido moverse de manera astuta en todos los ámbitos. Pero ha cometido varios errores inaceptables para alguien que se jacta de ser un auténtico demócrata. Entre otros, sorprende la ostentosa imposición autoritaria y el sostenimiento impune de Ebrard Casaubon, a favor de la rectora Esther Orozco Orozco acusada de corrupción y otros delitos relacionados con su cuestionada administración en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) que ha generado la peor crisis institucional de esa casa de estudios. La señora Rectora y Ebrard han ideado todo un sistema por encima de la ley para manipular la autoridad del Consejo Universitario y así imponer la visión de poder del Jefe de Gobierno del Distrito Federal, que en su ambición desmedida, quiere contar con una casa de estudios sometida a su autoridad para evidentemente después utilizar la fuerza estudiantil y académica a su favor, en su frenética carrera por la Presidencia de la República.
El fraude electoral que ambos idearon para seguir imponiendo a “su gente” va más allá de cualquier política ficción inimaginable. Una muestra de la astucia y desvergüenza de la señora Rectora fue exhibida el 21 de agosto pasado cuando el Consejo Electoral, integrado “casualmente” por ex consejeros del círculo político de Ebrard y Esther Orozco, publicaron las impugnaciones electorales y la lista final de “consejeros electos” para el Tercer Consejo Universitario, máximo órgano de gobierno universitario. Ebrard y Orozco violaron la fracción I del artículo XI, título quinto, de la Convocatoria. Ambos impidieron que el Consejo Electoral entregara las resoluciones de las impugnaciones al Consejo Universitario.
Con un espíritu antidemocrático digno de una dictadorcilla, Esther Orozco Orozco utilizó a Adalberto Robles Valadez y a los estudiantes Luis Miguel Hernández y Julio César Chávez, para eliminar de un plumazo nueve planillas críticas a su administración. La señora Rectora no soporta la crítica, lleva dos años publicando desplegados y manipulando a los medios de comunicación a los que incluso exige la entrevisten. Para la “eliminación” de sus adversarios políticos, Ebrard y Orozco han utilizado todo tipo de artimañas. Por ejemplo, acusaron a un estudiante de una de las planillas de ser un “prófugo de la justicia” y a otros cuatro de hacer “proselitismo”; a otro estudiante más que está cursando la maestría, lo acusaron de tener cinco materias en distintos semestres; a dos profesores, porque el registro de un contendiente perdedor fue irregular.
La impunidad con la que se han movido les da la oportunidad de incluso haber “tirado” la novena planilla sin explicar la razón. La estrategia de Ebrard y Orozco era clara: tener un Consejo Universitario a modo para después ir “eliminando” adversarios políticos. La señora Rectora no soporta la pluralidad. La instalación en el plantel de Cuautepec del fraudulento Tercer Consejo Universitario se consumó violando los artículos 37 y 42 del propio Consejo. La señora Rectora se pasó por el arco del triunfo el registro de asistencia y la verificación del quórum, violando el reglamento. De los 16 consejeros académicos sólo estuvieron presentes 12, por tanto todo fue ilegal, un fraude en contra de miles de uacemitas. Seguramente Ebrard y Orozco tienen más intereses en común que la permanencia en la UACM, pero saben que el día que llegue a la Rectoría alguien no afín a su política de corrupción y saqueo, la comunidad universitaria y la opinión pública conocerán finalmente el fondo de la cloaca.
Las ilegalidades continúan: el ilegítimo Tercer Consejo Universitario dio de baja a ocho consejeros electos titulares y nueve suplentes. Obviamente estas 17 personas no son afines a la política de Ebrard y Orozco. Con las típicas sucias artimañas, les dieron un día para recoger su nombramiento, y como no fueron, el pretexto para nuevamente poner a su gente fue dar de baja a los consejeros titulares Gabriela Vázquez Olivera, Pedro Leonel Arreola, Joel Marín, Juanita Ochoa Chi, Alma Nava Martínez, Carlos Bravo Marentes, Raúl Villegas Dávalos y el estudiante Héctor Pratz Rodríguez. Y es que la comisión tripartita, que integran el Consejo Estudiantil de Lucha (CEL), Foro Académico y Consejeros por la Defensa del Voto y la Legalidad, desconocen las acciones y resoluciones del Tercer Consejo Universitario porque precisamente dicho órgano no fue legalmente constituido.
Las ilegalidades del jefe de Gobierno del Distrito Federal y su Rectora han llegado a límites insospechados generando violencia y represión contra los estudiantes con el apoyo de porros como en cualquier institución totalitaria; provocando así el paro de labores. Ebrard Casaubon no puede decir que no conocía las corruptelas de la Rectora, porque la Contraloría General del DF tiene desde hace meses un grueso expediente donde se documentan los casos de corrupción que tienen que ver con la adjudicación directa en adquisiciones en mas del 90 por ciento de la gestión de Orozco Orozco. El nepotismo de la señora Rectora, quien carece de cédula profesional y fue colaboradora de Vicente Fox, tampoco tiene límites. Desde que fue directora del Instituto de Ciencia y Tecnología del Distrito Federal firmó un acuerdo con la UACM para asignarle un millón y medio de pesos dirigidos al posgrado de Ciencias Genómicas donde su hermana Lorena Orozco ocupa una plaza de tiempo completo.
Medio millón de pesos se fue al Centro de Investigación y Producción de la Imagen, donde colabora su hija Alejandra Sánchez Orozco que casualmente hace cine. No contenta con esto, la señora Rectora contrató a la pareja sentimental de su hija, la actriz Nora Huerta, como coordinadora de Difusión Cultural de la UACM. Ambas realizaron un programa titulado “Gregoria la cucaracha” con fines de divulgación, utilizando parte del dinero asignado, claro. Los recursos de la casa de estudios quedaron finalmente en familia. Esther Orozco justifica las asignaciones a sus familiares bajo el argumento de que ya trabajaban allí, pero como dice el dicho: “no hagas cosas buenas que parezcan malas”. Eso es nepotismo aquí y en China. Es legal, pero no es ético.
Y la señora, su hija, su novia y también su hermana, se tenían que haber inhibido o autolimitado para no generar el actual conflicto de intereses y la consiguiente denuncia pública. El desprecio por la legalidad y el proyecto educativo de la UACM de Esther Orozco quedó de manifiesto desde el principio de su gestión en mayo de 2010. En los primeros 17 meses de trabajo, la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal tenía ya en su poder 30 quejas de estudiantes, profesores y administrativos en contra de la Rectora y personal de su confianza. Las denuncias iban desde acoso laboral, violación de los derechos a la honra y la dignidad y agravio a la integridad personal. Razones para solicitar la destitución de Esther Orozco Orozco sobran, pero el silencio y los oídos sordos del jefe de Gobierno del Distrito Federal tienen una razón principal: la “eliminación” de gente afín al proyecto político de Andrés Manuel López Obrador. Aquí muestra Ebrard Casaubon, una vez más, su mezquindad y su falta de talante democrático. Pese a todo, el aspirante a la Presidencia de México de la izquierda, tiene la oportunidad de mostrar el respeto absoluto a la autonomía universitaria que de él se esperaría, dejando de sostener a su Rectora y permitiendo que vuelva la libertad a esa casa de estudios. Ojalá. Los estudiantes, maestros y trabajadores de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México lo merecen.
Este contenido ha sido publicado originalmente por SINEMBARGO.MX en la siguiente dirección: http://www.sinembargo.mx/opinion/05-11-2012/10511. Si está pensando en usarlo, debe considerar que está protegido por la Ley. Si lo cita, diga la fuente y haga un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. SINEMBARGO.MX
El fraude electoral que ambos idearon para seguir imponiendo a “su gente” va más allá de cualquier política ficción inimaginable. Una muestra de la astucia y desvergüenza de la señora Rectora fue exhibida el 21 de agosto pasado cuando el Consejo Electoral, integrado “casualmente” por ex consejeros del círculo político de Ebrard y Esther Orozco, publicaron las impugnaciones electorales y la lista final de “consejeros electos” para el Tercer Consejo Universitario, máximo órgano de gobierno universitario. Ebrard y Orozco violaron la fracción I del artículo XI, título quinto, de la Convocatoria. Ambos impidieron que el Consejo Electoral entregara las resoluciones de las impugnaciones al Consejo Universitario.
Con un espíritu antidemocrático digno de una dictadorcilla, Esther Orozco Orozco utilizó a Adalberto Robles Valadez y a los estudiantes Luis Miguel Hernández y Julio César Chávez, para eliminar de un plumazo nueve planillas críticas a su administración. La señora Rectora no soporta la crítica, lleva dos años publicando desplegados y manipulando a los medios de comunicación a los que incluso exige la entrevisten. Para la “eliminación” de sus adversarios políticos, Ebrard y Orozco han utilizado todo tipo de artimañas. Por ejemplo, acusaron a un estudiante de una de las planillas de ser un “prófugo de la justicia” y a otros cuatro de hacer “proselitismo”; a otro estudiante más que está cursando la maestría, lo acusaron de tener cinco materias en distintos semestres; a dos profesores, porque el registro de un contendiente perdedor fue irregular.
La impunidad con la que se han movido les da la oportunidad de incluso haber “tirado” la novena planilla sin explicar la razón. La estrategia de Ebrard y Orozco era clara: tener un Consejo Universitario a modo para después ir “eliminando” adversarios políticos. La señora Rectora no soporta la pluralidad. La instalación en el plantel de Cuautepec del fraudulento Tercer Consejo Universitario se consumó violando los artículos 37 y 42 del propio Consejo. La señora Rectora se pasó por el arco del triunfo el registro de asistencia y la verificación del quórum, violando el reglamento. De los 16 consejeros académicos sólo estuvieron presentes 12, por tanto todo fue ilegal, un fraude en contra de miles de uacemitas. Seguramente Ebrard y Orozco tienen más intereses en común que la permanencia en la UACM, pero saben que el día que llegue a la Rectoría alguien no afín a su política de corrupción y saqueo, la comunidad universitaria y la opinión pública conocerán finalmente el fondo de la cloaca.
Las ilegalidades continúan: el ilegítimo Tercer Consejo Universitario dio de baja a ocho consejeros electos titulares y nueve suplentes. Obviamente estas 17 personas no son afines a la política de Ebrard y Orozco. Con las típicas sucias artimañas, les dieron un día para recoger su nombramiento, y como no fueron, el pretexto para nuevamente poner a su gente fue dar de baja a los consejeros titulares Gabriela Vázquez Olivera, Pedro Leonel Arreola, Joel Marín, Juanita Ochoa Chi, Alma Nava Martínez, Carlos Bravo Marentes, Raúl Villegas Dávalos y el estudiante Héctor Pratz Rodríguez. Y es que la comisión tripartita, que integran el Consejo Estudiantil de Lucha (CEL), Foro Académico y Consejeros por la Defensa del Voto y la Legalidad, desconocen las acciones y resoluciones del Tercer Consejo Universitario porque precisamente dicho órgano no fue legalmente constituido.
Las ilegalidades del jefe de Gobierno del Distrito Federal y su Rectora han llegado a límites insospechados generando violencia y represión contra los estudiantes con el apoyo de porros como en cualquier institución totalitaria; provocando así el paro de labores. Ebrard Casaubon no puede decir que no conocía las corruptelas de la Rectora, porque la Contraloría General del DF tiene desde hace meses un grueso expediente donde se documentan los casos de corrupción que tienen que ver con la adjudicación directa en adquisiciones en mas del 90 por ciento de la gestión de Orozco Orozco. El nepotismo de la señora Rectora, quien carece de cédula profesional y fue colaboradora de Vicente Fox, tampoco tiene límites. Desde que fue directora del Instituto de Ciencia y Tecnología del Distrito Federal firmó un acuerdo con la UACM para asignarle un millón y medio de pesos dirigidos al posgrado de Ciencias Genómicas donde su hermana Lorena Orozco ocupa una plaza de tiempo completo.
Medio millón de pesos se fue al Centro de Investigación y Producción de la Imagen, donde colabora su hija Alejandra Sánchez Orozco que casualmente hace cine. No contenta con esto, la señora Rectora contrató a la pareja sentimental de su hija, la actriz Nora Huerta, como coordinadora de Difusión Cultural de la UACM. Ambas realizaron un programa titulado “Gregoria la cucaracha” con fines de divulgación, utilizando parte del dinero asignado, claro. Los recursos de la casa de estudios quedaron finalmente en familia. Esther Orozco justifica las asignaciones a sus familiares bajo el argumento de que ya trabajaban allí, pero como dice el dicho: “no hagas cosas buenas que parezcan malas”. Eso es nepotismo aquí y en China. Es legal, pero no es ético.
Y la señora, su hija, su novia y también su hermana, se tenían que haber inhibido o autolimitado para no generar el actual conflicto de intereses y la consiguiente denuncia pública. El desprecio por la legalidad y el proyecto educativo de la UACM de Esther Orozco quedó de manifiesto desde el principio de su gestión en mayo de 2010. En los primeros 17 meses de trabajo, la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal tenía ya en su poder 30 quejas de estudiantes, profesores y administrativos en contra de la Rectora y personal de su confianza. Las denuncias iban desde acoso laboral, violación de los derechos a la honra y la dignidad y agravio a la integridad personal. Razones para solicitar la destitución de Esther Orozco Orozco sobran, pero el silencio y los oídos sordos del jefe de Gobierno del Distrito Federal tienen una razón principal: la “eliminación” de gente afín al proyecto político de Andrés Manuel López Obrador. Aquí muestra Ebrard Casaubon, una vez más, su mezquindad y su falta de talante democrático. Pese a todo, el aspirante a la Presidencia de México de la izquierda, tiene la oportunidad de mostrar el respeto absoluto a la autonomía universitaria que de él se esperaría, dejando de sostener a su Rectora y permitiendo que vuelva la libertad a esa casa de estudios. Ojalá. Los estudiantes, maestros y trabajadores de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México lo merecen.
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