jueves, 10 de enero de 2013


Sobre la imposibilidad de Peña Nieto para legitimarse

JANE DE LA SELVAjue 10 de enero de 2013
Leo al señor Cavazos y a otros que comentan por diversos puntos sobre el atole con el dedo convertido en pacto y en leyes--la estrategia Peña Nieto--ejecutados los acuerdos, sonando los casacabeles, justo por quien ha sido promotor de la impunidad, lo fue en su Estado como gobernador, aunque ahora haya sido recién encumbrado a la presidencia con sonrisa televisa y me pregunto dónde quedó su memoria, dónde su apreciación.

Convivo estrechamente con personas que no les interesa la política. Algunos porque viven la falta de apoyo para trabajar para obtener una vida mejor de parte de sus gobernantes, porque han padecido su corrupción, cooperado con ella, otros, porque su mentalidad es egoísta individualista no colectiva porque son los privilegiados del sistema que por ello no consideran ni promueven la posibilidad de un cambio. Apolíticos programados para ignorar las omisionespara para creer las falsas ideas que han emitido y emiten los medios monopólicos al servicio del Estado. El "target" de sus analistas --el blanco-- es la disminución del lider progresista de México única oposición a los modos corruptos de operar en el país que representa Enrique Peña pero que disimulan que suavizan con la emisión de firmas. Con la retórica llegando a oidos de los incautos.

AMLO no cesará de oponerse a la inmoralidad.  MoReNa aconglomera y lo hará en adelante a la oposición. Pero AMLO no está casado con la idea de ser lider de esta fuerza social regeneradora. Si surgiera otro u otra representante capaz, honesto, digna o digno de tomar las riendas de la nación de guiar a la nación hacia un futuro más justo enhorabuena. Quien le llama burlonamente Mesías no lo conoce. Es, con garantía, un buen cristiano.

Pero vuelvo al asunto de la falta de memoria de la programación inducida a gente educada e inteligente. Me permito opinar en contra de lo ilógico, de lo que los actos prueban, y con los pelos de la burra en la mano garantizo que Peña Nieto, juzgado por los hechos habidos hasta hoy siendo funcionario público, jamás podrá "legitimarse". Qué tan dañino mediocre o gris será su-- forzado-- mandato, lo iremos viviendo al parejo de la programación en sentido contrario, del engaño que implica lo aparente. Porque Peña llega sin luz propia, turbiamente y proviene de la opacidad. Nadie hay quien pueda negarlo con fundamento

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