MoReNa contra estado fallido
JANE DE LA SELVAmié 20 de febrero de 2013
Desconectada por algunos días me encuentro con la columna del señor Arreola, a quien leo desde hace años, en la que explica por qué no está de acuerdo con la opinión escrita por el señor Arózqueta (y otros) en específico, sobre MoReNa. Me parece que desde "el triunfo" de Peña Nieto, o digamos que desde "la nueva derrota" de AMLO contra la oligarquía, individuos que se consideran de izquierda, quedaron confundidos frustrados y resentidos por el cauce que tomaron los acontecimientos, que aparentemente, pero más bien en su apreciación, no favorecieron al ímpetu libertario y se sintieron defraudados. Esperaban que las cosas fueran más fáciles, no estaban listos para batallar más y se desinflaron.
Le fue necesario a Arreola aclarar que él no piensa igual que el señor Arózqueta, y eso, es noticia buena. Indica que, aunado a la admiración que me consta Federico Arreola tiene por AMLO, probablemente Peña Nieto ha comenzado a defraudar a quienes le otorgaban el beneficio de la duda. Y no es para menos: Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Tabasco, Nayarit, habitantes de regiones afectadas por la criminalidad, toman en sus manos la defensa propia. Ya no les interesa esperar a que Peña Nieto accione. Han declarado no estar contra el gobierno sino contra sus políticas públicas. La policía nacional fallida, los militares fallidos; un gobierno fallido por causa de la incesante aplicación de la injusticia y de la desigualdad hermanadas a la corrupción. Fallida la hegemonía de partidos políticos comprados por oligarcas alejados del pueblo. Por ello es que se están juntando para defenderse. Y estando la gente unida, no podrá ser vencida.
MoReNa mira las circunstancias que han provocado las políticas erróneas y continuará oponiéndoseles. Enfrentará a un aparato gubernamental roído que no da muestras de querer cambiar. Crecerá y contenderá fuerte porque lo merece México. Con el dinero de la gente, con la voluntad y esfuerzo de cada quien, es un honor apoyar al lider tabasqueño que no cejará en su conquista de la libertad nacional, ignitando el mismo pueblo un fuego nuevo que inicie la regeneración.
Veremos qué hace Osorio Chong ahora que brotan sin timidez y sin temor de entre las sociedades mexicanas marginadas las policías comunales, los grupos civiles de auto defensa, otorgándose organizadamente el derecho que les compete (dadas las intolerables condiciones de vida, el abandono o debilitamiento de la autoridad pública) para vigilar, defender a sus familias, patrimonios y poblaciones, ante el acoso delincuencial que los ha copado.
Se le va de las manos la gobernabilidad al peñanietismo. La incógnita sigue siendo la pregunta más sencilla ¿cómo van a gobernar bien quienes carecen de autoridad moral?
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