viernes, 17 de julio de 2009

A cambio de resultados, muertos por todos lados

Por Polimnia Romana
17 de Julio, 2009 - 00:00
¿Cómo vamos a salir de la crisis económica si el gobierno espurio concentra el interés y el dinero en una guerra perdida de antemano? En la estimación del Banco Mundial sobre crecimiento económico para 2009 México ocupa el lugar 141 de los 152 países analizados. Para el organismo financiero multilateral, la economía mexicana resultará la más debilitada, y con el peor comportamiento en el panorama latinoamericano, muy por abajo del nada grato promedio mundial. Nada de esto se escucha ni preocupa en los medios de comunicación, dedicados a cubrir las notas del número de muertos con los que amanece a diario el país; algunos sicarios, otros civiles y muchos policías.

Es que están desesperados, dice Calderón, porque los estamos atacando muy duro. Nadie puede creer que los ataques contra el crimen organizado y el narcotráfico los estén debilitando, al contrario, su respuesta es cada vez mayor y más sanguinaria, y el consumo de droga no ha disminuido en Estados Unidos ni en México. Cada vida que se pierde, no importa de qué lado del campo de batalla sea, es lamentable porque se trata de un mexicano; un hombre, un joven, una mujer, tal vez, víctimas de una sociedad en decadencia donde lo único que importa es el poder y el dinero, donde no encontraron la oportunidad para integrarse al trabajo y dónde el Estado no supo salvaguardar sus vidas. ¿De vedad piensa Calderón que con su guerra fallida va a resolver los problemas reales?

La gente lo que necesita con urgencia es comer, tener un empleo para sostener a su familia, una escuela para sus hijos, servicios de salud, una vivienda digna, un pedazo de tierra para sembrar, una esperanza, todo lo que le ha sido negado por la corrupción de los gobiernos priístas y ahora por los panistas.

¡NO VAMOS A CRECER!, lo dice el Banco Mundial y analistas serios que ven con preocupación la decadencia y la descomposición de un país que podría ir avanzando como otros en Latinoamérica. Al paso que vamos, si no nos organizamos como ciudadanos para rescatar al país, acabaremos acribillados por las fuerzas del gobierno que apuntan a todo lo que se mueve.

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