Con frecuencia se discute en cuál país hay más corrupción, si en México o en Estados Unidos. Sobran argumentos fuertes de un lado y de otro. Sin embargo, tal vez podamos conceder que en el país vecino hay menos impunidad o, al menos, la justicia de vez en cuando pilla a un pez gordo y lo mete a la cárcel. Eso hace que funcione el sistema con una cierta idea de que la ley se aplica a todos. Recientemente fue encarcelada una de las grandes figuras de Wall Street, Bernard Madoff. Es un hombre de edad, pasará en la sombra el resto de sus días, perdió toda su enorme fortuna, inclusive se están subastando sus pertenencias personales, el anillo de matrimonio y centenares de zapatos. Parece que padecía la manía del calzado costoso.
Los políticos también
Ahora bien: la idea de que nadie escapa a la acción de la ley carecería de sustento si no alcanzara a personajes de la política. De vez en cuando pierde la chamba un gobernador, como el de Nueva York, Eliot Spitzer, en 2008, por algo que en tierra azteca resulta pecado menor: le cayeron en las uvas con una prostituta. Ayer sucedió algo en Texas de lo que podrán ufanarse los defensores del sistema de justicia estadunidense. El ex líder de la mayoría de la Cámara de Representantes local, el republicano Tom DeLay, fue declarado convicto por lavado de dinero, y es muy probable que termine su carrera política en la cárcel. DeLay canalizó 190 mil dólares de donativos de corporaciones privadas a las campañas políticas de compañeros de partido. Una cosa más o menos parecida sucedió en México en la campaña presidencial de 2000, el famoso Pemexgate. El entonces director de Pemex, Rogelio Montemayor, presuntamente transfirió fondos millonarios al sindicato de la paraestatal que luego serían canalizados a la campaña del candidato priísta Francisco Labastida Ochoa. Ustedes saben cómo concluyó el escándalo, que duró meses en la prensa: Montemayor se fue a Houston, supuestamente lo iban a extraditar a México pero a Fox le tembló la mano –nunca llegó completo el expediente–. El líder del sindicato petrolero, Carlos Romero Deschamps, fue protegido por el priísmo, le dieron fuero de diputado, ahí sigue feliz de la vida. Y el beneficiario final, Labastida Ochoa, en el pecado llevó la penitencia: perdió la Presidencia y hoy cobra como senador. Posiblemente el político texano en problemas, DeLay, daría un brazo por ser mexicano: el lavado de dinero se castiga con pena de hasta 99 años de cárcel. Le hacen otro cargo, conspiración, y cuenta por 20 años. La fecha que el jurado tentativamente fijará la sentencia es el 20 de diciembre.
@Vox Populi
Asunto: funcionarios de excepción
Afirmas que no sabes de funcionario alguno que haya renunciado a una parte de su sueldo. A mi memoria acuden algunos casos, que si bien no tienen que ver con el salario metálico, sí con los privilegios: 1) Ernesto Zedillo renunció a su pensión vitalicia; 2) un diputado del PAN de la pasada legislatura regresó los recursos que le habían asignado para pagar boletos de avión; 3) el actual secretario de Agricultura renunció al automóvil que la Sagarpa le asignó y utiliza el suyo, y su antecesor, Javier Usabiaga, despedía a sus guardaespaldas apenas cruzaba la primera caseta de Querétaro, porque consideraba un exceso ser custodiado. Y Pía Limón renunció a los muebles nuevos en la ALDF.
César Gutiérrez B./ Distrito Federal
Otro caso
Siempre habrá una excepción, es un riesgo decir nunca o nadie de esto o aquello. De lo que estoy seguro es que el diputado Gerardo Fernández Noroña, por su voluntad, ha reducido a la mitad su asignación de sueldo y algunas prerrogativas.
Dr. Ricardo Almeida/ Torreón
Y el Peje
Mencionas que hasta el momento no se conoce de un solo funcionario que haya decidido renunciar a parte de su sueldo. Sólo quiero comentarte que sí hay uno (a lo mejor hay más, pero sólo me viene uno a la mente): López Obrador, cuando fue jefe de Gobierno del Distrito Federal, decidió reducirse considerablemente el sueldo, sabiendo que las diferencias garrafales que existen en los sueldos de este país no nos van a llevar a nada bueno.
Sergio Palacios Ramírez/ Distrito Federal
R: Las excepciones que mencionan sólo confirman la regla. No me cuesta ningún esfuerzo reformular la frase: Son excepcionales los casos de funcionarios que han tomado la decisión de rebajarse el sueldo o declinar algunas prestaciones. ¿Contentos?
Asunto: los deja colgados Fidel
Acudimos a ustedes como único medio viable para hacernos escuchar y solicitar la actuación urgente del gobierno de Veracruz para que cumpla con el compromiso asumido por el gobernador Fidel Herrera al otorgarnos una beca de excelencia para realizar estudios de posgrado en el extranjero. Los que suscribimos el documento adjunto nos encontramos muy lejos de nuestra tierra, hemos intentado aguantar mientras nos llega el depósito mensual de la beca, pero en algunos casos desde hace más de seis meses no han enviado el recurso. Nuestra situación es insostenible. No hemos obtenido ninguna respuesta.
Bernardino Rodríguez Espejo, Udine, Italia; Elena Deanda Camacho, Nashville, Estados Unidos; Georgina Ivette Hurtado Reyes, Madrid; Ivonne Morales S., París; Laura Marina Soberanis Solís, Barcelona; Luis Emilio Gómez Aguilar, Argentina; Mercedes Salas, Ontario, Canadá; Paloma Mejía Lechuga, Sevilla; Rodolfo Martínez Morales, Hawai, Estados Unidos
R: Estimados amigos: como ustedes saben, Fidel prácticamente ya se fue. Así como los dejó a ustedes colgados hay muchos proveedores que se quejan de falta de pago y el estado se encuentra muy endeudado. Tendrán que dirigir su gestión al nuevo gobernador.
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