miércoles, 8 de diciembre de 2010

Serpientes y Escaleras | Salvador García Soto Elba y el regreso a los orígenes



Distanciada del presidente Felipe Calderón desde que ella no aceptó ir en alianza con el PAN en los comicios de julio pasado en 12 estados, Elba Esther Gordillo tiene ya nuevos aliados: Enrique Peña Nieto y Manlio Fabio Beltrones.

En la misma medida en que tomó distancia de Los Pinos, la poderosa lideresa del magisterio se acercó a su antiguo partido y, detrás de sus apariciones públicas con el gobernador mexiquense y de al menos un encuentro privado que ya tuvo con el senador sonorense, está la futura apuesta presidencial de una mujer política que brokea con el poder.
Con Peña Nieto, el acercamiento comenzó desde que el gobernador mexiquense aceptó nombrar como presidenta del Congreso de su estado a Lucy Garfias, diputada cercana a Gordillo y ex secretaria de la Sección 36 del SNTE. Ahí comenzaron los coqueteos que hoy se han vuelto una alianza política que ambos personajes se han encargado de hacer pública con sus frecuentes apariciones en eventos donde se dejan ver codo a codo. La maestra, dicen sus cercanos, ha hecho ya su apuesta por el 2012, la principal, y ha decidido apoyar el proyecto de Peña.
Cuando dicen “la principal”, se refieren a que es posible que Elba Esther apoye también a otro aspirante presidencial: Marcelo Ebrard Casaubon, a quien la liga una añeja amistad, y con quien mantiene constante comunicación vía mensajes de texto. Alguna vez, hace un par de años, a la Gordillo se le escuchó decir del jefe de Gobierno capitalino: “Es un muchacho brillante, yo lo adoro, y si él decide competir por la presidencia, yo lo voy a apoyar”. ¿La pregunta es cómo conciliaría la maestra esa doble apuesta en 2012?
En su reacercamiento al partido que la vio nacer como política, Gordillo ha buscado también a otro personaje priísta con el que ha tenido encuentros, desencuentros y hasta encontronazos. Con Manlio Fabio Beltrones, la lideresa magisterial tiene una larga historia: fue el sonorense quien, desde Bucareli, operó junto a Manuel Camacho la llegada de Elba Esther a la secretaría general del SNTE el 23 de abril de 1989. Luego, en el 2002, ambos políticos chocaron cuando Elba bloqueó la llegada de Beltrones a la CNOP y se refirió a él como “un político de las cañerías”. Manlio contestó: “de ahí la sacamos a ella”.
La tensión entre ambos fue de tal nivel que tuvo que intervenir en el pleito el ex presidente Salinas, quien medió para que Gordillo diera paso a Beltrones a la dirigencia del sector popular priísta. Un año después, en 2003 tendrían otro encontronazo cuando Manlio Fabio orquestó en San Lázaro, junto con Roberto Madrazo, la rebelión de diputados que derrocó a Elba Esther de la coordinación del PRI en la Cámara de Diputados, tras sabotearle la aprobación de la reforma fiscal que había comprometido con Fox.
Todos esos pleitos —que por lo demás ninguno de los dos escala demasiado porque en el fondo se respetan uno al otro— han quedado atrás en esta etapa en la que ambos, priístas al fin, huelen el regreso al poder. Allegados a Elba Esther aseguran que la maestra se reunió recientemente con Manlio Fabio y que tuvieron una larga plática; es decir, que Gordillo Morales está volviendo a sus orígenes y, de la mano de Peña Nieto y Beltrones, busca ligar su quinto sexenio al hilo en las mieles del poder.

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