Ya a finales de 2009 hubo una serie de secretos a 12 años en relación con la liquidación de Luz y Fuerza del Centro y la actuación de la Comisión Federal de Electricidad. Fueron descobijados. Luego, el 15 de agosto de 2010 publiqué en este espacio un análisis de las reservas petroleras... secretas. Por 12 años también, Pemex decretó como secreto de Estado un informe de la empresa especializada Ryder Scott, precisamente sobre las reservas de Chicontepec. Por algo lo ocultaban, decíamos.
Ahora tenemos suficientes datos para descubrir el secreto, todos ellos públicos y oficiales. Y no sólo eso. Podemos sacar conclusiones. Con los datos de los más recientes informes anuales de reservas petroleras de Pemex, las probadas de Chicontepec, que como veremos son las más estables y confiables, eran, a principios de 2009, 4.8 por ciento del total nacional. Pero a principios de 2011 ya sólo eran 3.2 por ciento. Es decir, iban para abajo; se supone que por lo menos la parte principal de un posible aumento vendría de las reservas probables, y éstas, de las posibles. Pero no hubo ni un barril nuevo de reservas probadas, sino al contrario, como vimos, declinaron, a pesar de los miles de millones invertidos.
Según datos de Pemex, a principios de 2009 las reservas probables de Chicontepec eran 53 por ciento del total nacional. Y las posibles también eran 53 por ciento de las nacionales. Pero a principios de 2011 ambos tipos de reservas eran ya sólo 39 por ciento las probables y 36 por ciento las posibles, ambas en relación con el total nacional. Una declinación muy notoria, pese al dineral invertido ahí... mediante contratos.
Luego, tenemos un estudio de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), organismo que fiscaliza a Pemex y, sobre todo, su exploración y producción. En especial, está la Resolución CNH.E.03.001/11, de marzo pasado y ampliada a fines de mayo. Compara los resultados oficiales de la paraestatal sobre las reservas con las obtenidas por un tercero independiente. Usan tres categorías, 1P, las reservas probadas; 2P, probadas y probables, y 3P, el total, probadas, probables y posibles.
Los datos de las reservas probadas de ambas fuentes coinciden siempre. Esto confirma lo que dijimos: son las confiables. Todos estos son aprobados, además, por la CNH. También son avaladas, al haber menos de 10 por ciento de diferencia entre las dos fuentes de información, las regiones Marina Noreste, Marina Suroeste y Sur. Pero no aprueba los datos de 2P y 3P de la región norte. Señala que las diferencias mayores se presentan en esta última, específicamente en el Activo Aceite Terciario del Golfo, o sea Chicontepec. En un adjunto, la CNH explica las diferencias de procedimiento entre Pemex y el tercero independiente, y en ese documento sí menciona el nombre de Ryder Scott, la misma de la que en agosto del año pasado su informe había sido mandado a la clandestinidad por 12 años. La CNH aprobó los datos 2P y 3P del norte, de los terceros, por lo cual aceptamos que éstos son los reales. (Fuente: El adjunto a la mencionada resolución y documentos ahí mencionados).
Vamos a comparar los datos totales de reservas en el país y de la Región Norte (están clasificados por regiones en ambas fuentes de información), de las reservas 2P, probables más probadas, y de las 3P, llamadas totales. Las reservas están en millones de barriles de petróleo equivalente (o sea, que incluyen petróleo crudo y gas. Ver gráfica).
El exceso de reservas reportado por Pemex es igual para todo el país que para el norte, debido a que todo el fraude está en esa zona. El 201 por ciento equivale a que las reservas 2P en el norte son, en Pemex, el triple que las medidas por la fuente externa (terceros).
Durante su comparecencia del pasado 25 de mayo en el Senado, el director general de Pemex mostró una gráfica en la que la diferencia entre las reservas 2P de Pemex y las del consultor (el llamado tercero en los otros documentos) es de 67 por ciento de la diferencia con las reportadas por Pemex. Esto coincide con que esas reservas de la paraestatal para Chicontepec son el triple de las reales. En la gráfica les agregan a estos datos las palabras en revisión. Es el colmo, ya debieron haber tirado a la basura sus cifras oficiales. En cambio, hablan de conseguir otro tercero para salvar su situación y sus negocios.
Y es que sobre esa base se elabora el siguiente presupuesto. Con estas cifras mentirosas le asignaron a Chicontepec el actual presupuesto de 28 mil 756 millones de pesos, y la cifra real de producción es ahora de 50 mil barriles diarios. Ya habíamos señalado que en el Litoral de Tabasco, la producción pasó de 38 mil barriles al día, en 2003, a 790 mil diarios en el pasado trimestre; 16 veces la producción de Chicontepec, y tiene un presupuesto de 30 por ciento respecto a este último. Pero, claro, en Chicontepec hay contratos gigantescos y negocios a gran escala. No sirven para el país, pero sí para los funcionarios que los manejan y para las trasnacionales. Y en el sureste en general, Pemex tiene equipos de perforación propios, ingenieros y técnicos propios, etcétera, aunque los funcionarios contraten lo que puedan.
Un presupuesto no debe basarse en supuestas reservas probables, menos aún en las llamadas posibles; ambos se reconocen como probabilidad y posibilidad, no como existencia real, y menos todavía en los llamados recursos prospectivos que, sin embargo, sí están en los documentos de Pemex en los que se basaron. Ocultaron esto de que las reservas probables que ellos decían eran un tercio de las reales, por ejemplo, desde agosto pasado, que por 12 años. Ya vimos que es fácil un fraude de cifras con ellos, y de un tamaño de escándalo. También vemos que las reservas probadas sí son confiables, pero sobre todo el nivel real de producción existente. Y en esto se debe basar el próximo presupuesto.
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