El lunes 6 de junio de 2011, viendo cada vez más cerca la posibilidad de que lo expulsen del PAN, Manuel Espino declaró que no tenía la menor duda de que Felipe Calderón intentaría presionar a los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación para que avalaran su expulsión del blanquiazul.
Dijo Espino:
"De ninguna manera podría resolver en mi contra, porque el Tribunal, encargado de garantizar mis derechos como ciudadano, los estaría vulnerando; sí creo, en cambio, que es previsible una presión desde el Gobierno, ya lo ha hecho adentro del partido, así que no dudo, porque ya algunos (enviados de Calderón) han merodeado el Tribunal, que pretendan presionar a los magistrados y recurrir al chantaje político o a la presión de otra índole."
¿Recurrir al chantaje político?
O sea que Espino está sugiriendo que el PAN, desde el gobierno federal, sí es capaz de recurrir al chantaje político o a la presión “de otra índole” para que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, también conocido como TRIFE, avale ilegalidades.
Y si Calderón, según Espino, es capaz de hacer eso ahora, con algo tan menor como la expulsión de un militante de las filas del PAN ¿no lo haría con algo tan economicamente redituable como un fraude electoral?
Porque eso fue exactamente lo que pasó en 2006. Sin una justificación válida, el TEPJF permitió que se contaran como válidos miles de votos fantasma que no se justifican en votantes. A sabiendas de que había más votos que votantes en miles de casillas, el TRIFE permitió que los resultados de esas casillas, que incluían votos inventados, se dieran como válidos. Y también permitió que se dieran como válidos los resultados de casillas donde había menos votos que votantes. Es decir, donde se sustrajeron votos de manera ilegal. Más del 50% de las casillas tenían estos dos tipo de resultado ilegal en las actas. Avalar los resultados de actas que eran claramente fraudulentos equivalía a avalar una ilegalidad.
¿Por qué permitió el Tribunal Electoral esa ilegalidad en 2006?
La respuesta la dio Espino: porque el PAN desde el gobierno federal es capaz de aplicar chantaje político y presiones de “otra índole” a los magistrados del TRIFE.
Por eso mejor Encinas 2011 y AMLO 2012.
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