Gero Fong
El día 10 de junio se llevaron en Ciudad Juárez, 9 Mesas de Trabajo para construir el Pacto Nacional Ciudadano. El Pacto fue ratificado por una plenaria en la UACJ y firmado por cientos de personas en el Monumento a Benito Juárez. El primero en firmar fue Javier Sicilia, quien al día siguiente faltó a su palabra, diciendo que lo firmado no era un Pacto, sino simplemente relatorías de las Mesas de Trabajo.
El tema que ha causado más controversia, es la exigencia 1 de la Mesa 2: Fin de la estrategia de guerra. Seguridad ciudadana con perspectiva de DH:
“Exigimos el fin inmediato de la estrategia de guerra, la desmilitarización de la policía y el regreso del ejército a los cuarteles y el retiro del fuero militar”
Esta exigencia atacada por Sicilia fue la más aplaudida y celebrada, tanto en la plenaria como en la lectura del Pacto. Las críticas que Sicilia y Álvarez Icaza hacen a ella, son dos: primero, la exigencia del retiro inmediato del ejército a los cuarteles es una irresponsabilidad y según ellos fue algo impuesto sobre lo que no había un consenso; segundo, la idea de la desmilitarización es una particularidad juarense que no representa la realidad nacional. Según explica Javier Sicilia, el hecho de que las Mesas fueron en Ciudad Juárez determinó que la idea de la desmilitarización inmediata pasara.
Yo fui uno de los participantes en la Mesa 2 y puedo atestiguar que Javier Sicilia se equivoca.
La primera critica es fácil desestimarla, efectivamente en la Mesa 2 no se llegó a un consenso acerca de la inmediatez del retiro de los militares. Hubo en cambio unanimidad en tres puntos: el fin de la estrategia de guerra, la desmilitarización y el regreso de los soldados a los cuarteles. Nadie expreso una opinión contraria a estas ideas mayoritarias en la Mesa. La controversia solamente se refirió a que los soldados regresen a los cuarteles, inmediatamente o no. Por eso, la redacción de la exigencia 1 de la Mesa 2, aplica la inmediatez a frenar la estrategia de guerra y no dice absolutamente nada del plazo para regresar al ejército a los cuarteles. En otras palabras, Sicilia simplemente no leyó bien el documento, que crítica.
La segunda crítica, simplemente esta formulada a partir de una falacia. En la Mesa 2 participamos alrededor de 70 personas. El moderador fue don Miguel Concha, ampliamente conocido que no es de Ciudad Juárez, hubo una relatora Anabel de Morelos y otro relator José Martínez Cruz también de Morelos. En la Mesa participaron de Puebla, Zacatecas, Sonora, Morelos, Chihuahua, DF, Michoacán, EU y Ciudad Juárez, sólo por mencionar a los que recuerdo. De Juárez nada más se registraron 6 participaciones, la de Julián, Eric, Hugo, una señora y un señor que desconozco y la mía. De estas 6 participaciones juarenses, nada más 3, la de Julián, la de Eric y la mía, se refirieron a la desmilitarización, aunque el señor se quejo del ejército. El número de participaciones totales fue aproximadamente de 55 a 60, ya que hubo tres rondas de 15 personas y bastantes participaciones finales fuera de ronda, tratando de llegar al consenso.
Resulta evidente que la desmilitarización fue una exigencia plural, que ahora Sicilia desconoce. El motivo es que ésta exigencia, pega en el corazón de la estrategia de guerra de Felipe Calderón, la cual ha convertido en el lei motiv de su gobierno. Javier Sicilia y Álvarez Icaza, quieren mantener las puertas abiertas del dialogo con el gobierno y ganarse al derechista movimiento de blanco que ha apoyado abiertamente la militarización del país, en base al discurso de la inseguridad. Probablemente Sicilia no sabe lo que hace, lo mismo no se puede decir de Álvarez.
Para terminar, en la Mesa 2, 4 opiniones se expresaron en sentido de no regresar a los soldados inmediatamente a los cuarteles, mientras que en el otro sentido hubo más de 10 y perdí la cuenta. L@s compañer@s de la Mesa 2, demostramos la vocación democrática de no imponer aunque se tenga la mayoría.
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