Que las tribus adversas al grupo de Andrés Manuel López Obrador preparan un movimiento conjunto para exigir la renovación de los órganos directivos del partido en el Distrito Federal, pues Manuel Oropeza cumple ya su periodo estatutario de tres años al frente del comité local, aunque lejos de convocar a elecciones internas, el también discípulo de René Bejarano y Dolores Padierna está más concentrado en promover la candidatura pejista a la Presidencia de la República.
Y todavía algunos dudan sobre quién tiene el control político del perredismo en la capital.
Que, hablando de las izquierdas, Convergencia cambiará de nombre por Movimiento Ciudadano y en 2012 abrirá 50 por ciento de sus candidaturas a la sociedad. La decisión responde a que las encuestas ubican a ese partido muy por debajo de sus expectativas de intención de voto y alejado de AMLO, a quien se identifica más con el PT, según las mediciones propias.
Que a pesar de los llamados y exhortos de Felipe Calderón para que se aprueben las reformas, en la Cámara de Diputados se tomarán siete meses para analizar cambios constitucionales relacionados con la reforma política, luego de que el presidente de la Mesa Directiva, el priista Jorge Carlos Ramírez Marín, autorizó prórrogas a diversas iniciativas sobre el tema.
Y así se la seguirán llevando, entre reproches de necedad y de irresponsabilidad.
Que el jefe de GDF, Marcelo Ebrard, anduvo movidito a lo largo del día, más allá de su reunión nocturna con el cardenal Norberto Rivera y el secretario de Educación, Alonso Lujambio.
Por la tarde se reunió en privado con el secretario de Gobernación, Francisco Blake, antes del Consejo de Seguridad Nacional que se realizará a finales de este mes. Hablaron sobre los resultados del operativo de seguridad Conago 1 y del mando único de facto que encabezó el perredista la semana pasada en todo el país.
Que la presencia política en el funeral del padre de Angélica Rivera consistió sobre todo en coronas y arreglos florales. El dirigente del PRI, Humberto Moreira; la secretaria general, Cristina Díaz, y el líder del Congreso mexiquense, Ernesto Nemer, enviaron condolencias por esa vía, y entre los pocos dirigentes que se dejaron ver estuvieron Emilio Gamboa y Jaime Aguilar.
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