lunes, 23 de enero de 2012

Discursos huecos-- LULY MORALES

Viendo las imágenes de la publicidad completamente retocadas de los candidatos y precandidatos (como quiera que sea el nombre correcto con el que haya que dirigirse a sus “ilustrísimas excelencias”) se me ocurre que quizá también pudieran disfrazar su discurso, igual y consiguen “photoshopear” sus ideas. Digo, que caso tiene que repitan la misma lista de buenos deseos que todos los candidatos, todos, repiten cada que hay elecciones.

Con el ceño fruncido, mirada puesta al horizonte y mandíbula apretada, recitan lo mismo:

La número uno, sin duda: Cambio. No hay candidato que no la traiga en su repertorio. El cambio vende, el futuro entusiasma y genera esperanza porque no se conoce. La ilusión de un nuevo ciclo. No importa que no se diga un cambio para que, en cuanto tiempo, con que objetivos, ni en donde, la urgencia es el cambio, luego habrá 6 años para investigar para que.

Junto con el “cambio”, vienen muchas más generalidades y buenas intenciones (que por cierto siempre vienen en plural) que no pueden faltar en ningún candidato en campaña:

Necesitamos hacer un cambio a la política económica.

Debemos fortalecer el estado de derecho. (esta es preciosa, viene a cuento por donde quiera).

Construiremos un estado mas humano, en donde los beneficios de la macroeconomía se trasladen a la gente.

Seguiremos atacando a la delincuencia, pero de manera inteligente, restando base social al crimen organizado. (por lo que...)



Necesitamos generar más empleos en nuestro país para reducir la pobreza y mejorar las condiciones de seguridad.



El crecimiento económico será la prioridad de la política económica nacional (¿en serio el crecimiento económico va a ser prioridad de la política económica?).

Habremos de reconstruir el tejido social. (alguien alguna vez puso de moda el “tejido social” y no hemos salido de ahí).

No podemos seguir viviendo en un país con tan profunda desigualdad social, por eso nuestro proyecto...

Haremos la obra pública más importante de las últimas décadas.

Utilizaremos los recursos energéticos de manera estratégica de tal manera que estimule el crecimiento, bla, bla, bla. (junto con esta viene la siguiente).



Por lo que debemos modernizar y revigorizar a PEMEX para detonar el desarrollo, (continúa el bla, bla, bla).

Convocaremos a la sociedad a un amplio debate para:_________ (inserte aquí el tema del momento, sobre el cual prefieren ellos, los candidatos, no pronunciarse).

Urge fortalecer la economía interna.

En este país no habrá un solo niño que se quede sin estudiar por falta de recursos.

Generaremos x, x Millones de empleos al año. (ponga en x, x el número que a ud. le guste).

Lo maravilloso de esto, es que llevamos casi un cuarto de siglo hablando casi EXACTAMENTE de lo mismo. Y para “documentar nuestro optimismo” (Monsiváis dixit) quienes lo plantean han tenido prominentes puestos en la administración pública donde seguramente han tenido la oportunidad de llevar a cabo esos “cambios” que por cierto, ellos mismo pregonan. El discurso de todos los partidos, quizá con alguna modulación, tienen las mismas vaguedades, pareciera un machote de esos de compra-venta de carros que venden en la papelería de la esquina, solo que en lugar de anotar las placas y el número de serie del carro, se anota las siglas del partido y el nombre del candidato, listo para usar cada que se vende un carro o cada que hay elecciones.

Que tragedia.

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