jueves, 12 de enero de 2012

Luis Valdivia II-- La izquierda según Miguel Angel Mancera

de Luis Valdivia II, el miércoles, 11 de enero de 2012 a la(s) 22:24
Miguel Angel Mancera, "tu procu", como se hace llamar, acudió el dia de hoy a un debate entre los precandidatos a Jefe de Gobierno del DF y en una de sus tres intervenciones y presionado por sus contendientes se definió a sí mismo como un hombre de izquierda por que de joven usó el metro para transportarse, estudió en la UNAM y por que usó los "servicios públicos" en lugar de los privados.
La anécdota no pasaría de ser un detalle divertido si no fuera por que el señor Mancera pretende ser Jefe de Gobierno de una ciudad con una clara vocación de izquierda que nadie puede negar. A mi humilde modo de ver esta escena equivale, guardando las proporciones debidas al Peñegate de Guadalajara y nos deja ante la duda del futuro que le espera a esta ciudad.
La definición de izquierda de Mancera a la que sólo le faltó agregar que de joven usaba pantalones de mezclilla para terminar de redondearla, revela su gigantezca ignorancia, su pobreza intelectual y su concepción prejuiciosa, y supongo que como en la actualidad ya no usa el metro para transportrse, ni va a la UNAM y problemente ahora hace uso de uno que otro servicio privado entonces ya no es un hombre de izquierda.
¿Cuáles son los méritos de Mancera para ser Jefe de Gobierno en una Ciudad que bien o mal ha resistido los embates de la Derecha?, sólo tiene uno y es que cuenta con el apoyo de Marcelo Ebrard, responsable de conducir el proceso político en el DF, según el desafortunado acuerdo tomado con Andrés Manuel López Obrador.
Es decir que si AMLO no gana la presidencia de la República (por la buena o por la mala) estamos ante un terrible escenario de que en el caso de que Mncera (o Barrales) sean candidatos a Jefe de Gobierno pase una de dos, o se pierda la Ciudad o se gane de panzaso y estaríamos en un circuntancia parecida (quizás peor) a la posterior a 2006. En donde la derecha que se disfrazó de izquierda tendría la representatividad política de único bastión que es la Ciudad de México.
Me imaginó por ejemplo a Mancera debatiendo con Beatriz Paredes, y me imagino que al final del debate la impresión de mucha gente va a ser que si Mancera es de izquierda, entonces Paredes es guerrillera. Es más, le he escuchado a Mancera expresiones tan condescendientes con Beatriz Paredes que me asalta la duda de que si no fuera capaz de declinar su candidatura a la de ella.
Es cierto, la izquierda mexicana que reivindica la lucha electoral como el mecanismo para transformar al país está en un grave crisis ideológica, sustituyó la lucha ideológica por la lucha por los encargos públicos, los sueldos mas o menos altos, por la frivolidad de la burocracia, por el cálculo político.
Mantener a la Ciudad de México como bastión de la izquierda mexicana es un imperativo ético, político e ideológico, gane o pierda López Obrador la Ciudad será el eje a partir del cual se puede contrastar el ejercicio de gobierno con la derecha. Renunciar a la lucha ideológica que debiera caracterizar a la izquierda en aras de una concepción de la "unidad" bonachona nos pone en grave riesgo y podría enterrar por décadas el anhelo de transformación de este país.
¿Cuál es el problema? es muy simple Camacho y Marcelo Ebrard no son hombres de izquierda, son beneficiarios de lo que el PRI les negó. Ellos representan otro proyecto, al igual que Ángel Aguirre, gobernador de Guerrero y asesino de estudiantes normalistas que se manifestaban en defensa de la educación pública.
Este fin de semana habrá de definirse quién será el candidato(a) a Jefe de Gobierno para el DF y el futuro no es nada alentador, pero que cada quien asuma las consecuencias de sus actos y me refiero a los que están repitiendo los mismos errores del 2006 y es ceder todo a cambio de la candidatura presidencial, ceder el único capital político que queda y terminar pactando con el lobo vestido de oveja.
La izquierda ante su debilidad ideólogica termina cediendo, la derecha es fundamentlista, no cede, nunca pierde. Acosa, aisla, complotea, divide y muchos simplemente se prestan al juego voraz de ellos mediante la traición y la ambición por jefaturas de departamento, direcciones generales o subdirecciones. Así de barata es

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