Del B(e)ato Felipe de Jesús:
Santa Estela hoy te enciendo yo esta vela en forma de sirio gigante para que remedies mis necesidades de popularidad, socorras a las miserias dispuestas a sucederme y me venzas todas las dificultades como venciste la fiera brava de la crítica y los millonarios cuestionamientos, para ti no hay imposible, dame suerte y dinero para cubrir mis campañas y extravagantes necesidades.
Así santo resplandor, concededme que el Cordero pueda estar y vivir tranquilo así sea en la negrura de los últimos lugares de las encuestas o desde la alucinación de sus propias declaraciones, también te imploro que venga a parar hasta mis pies la estrella fugazmente fugada de Almoloya para que se acoja a las promesas de campaña de su captura. Así madre mía concededme lo que te pido para aliviar mis penas por el mucho amor que propaga ese lagarto en forma de Peje, que sólo blasfema con su MORENA, como una burla a tu claridad estelar, dejadlo a él desde la obscuridad de su movimiento fuera de Los Pinos hasta donde pretende imponer su 'República Ardorosa', así mismo distractora luz de mis millonarias alabanzas, dejad al PRImer lugar de las encuestas que siga leyendo los luminosos pasajes bíblicos que lo tienen absorto en la fe... de erratas.
Luz y Fuerza del centro que alguna vez brillaste contemplad este monumento millonario en honor al más luminoso de los despidos, despide claridad, despide brillo, despide un destello sólo compartido por la fe traída desde España para reafirmar nuestros intereses comunes de ganar 'una luz' inalcanzable para los mártires que esperan pacientes aclarar su pesado recibo de CFE, esos espíritus proletarios que como fieras bravas espantaste con la contundencia del falso subsidio y la inamovible leyenda del TOTAL A PAGAR, amánsalos con cortes amenazantes que les impidan ver La Rosa de Guadalupe.
Espíritus caritativos aquí entrego esta Luminosa Oración a Santa Estela, contra quienes pretendan saber las dificultades económicas de la portentosa inutilidad levantada en tu honor, no les permitas dormir, beber, caminar o protestar por lo menos algunos kilómetros a la redonda de este luminoso sirio gigante por muy indignado que sea su propósito, recordad que no hay más indignación que una visita papal sin esta onerosa luz como escenografía, por lo que no permitas Santa Estela que te apague ni el más descendido de los switch al menos hasta que el Cordero se instale en su trono celestial desde donde habremos de recompensarte con más inexplicables y ostentosas muestras de fe.
Eric Fernández.
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