martes, 24 de enero de 2012

Un proceso ejemplar-- René Drucker Colín

La semana pasada se concreto el proceso mediante el cual se determinó quién sería el candidato de la izquierda para contender en las elecciones que en julio definirán quién sustituye al actual jefe de Gobierno de la gran ciudad. Lo primero que me gustaría destacar es que deberíamos sentirnos muy satisfechos, porque por encima de todo se llevó a cabo un proceso transparente, que además permitió a mucha gente conocer más puntualmente a los diferentes aspirantes y, de alguna forma, conocer sus puntos de vista y diversas propuestas para hacer que esta ciudad avance y sea cada vez más satisfactoria para sus habitantes.

Podría uno estar de acuerdo o no con las propuestas, con las personas que contendieron, con su pasado y su presente, pero aquí lo importante fue que se abrió la ventana para que se viera, se expresara y mostrara que los candidatos de izquierda no representan aquel monstruo que algunos sectores de la sociedad quieren ilustrar, sino que todos son ciudadanos respetables, que tienen intereses para la ciudad como muchos ciudadanos comunes y corrientes, sean de partidos opositores o personas sin inclinación partidista alguna. A mí me parece que fue un ejercicio sin precedente, que mostró, sin duda, que a la izquierda le interesa transparentar los procesos de selección, lo cual pienso que tiene un enorme valor político y nos permite avanzar más y más hacia una democracia más participativa.

Ciertamente puede argumentarse que existen otros procedimientos –seguro que los hay–, así como también estoy seguro de que a través del tiempo este tipo de proceso irá mejorándose, adquiriendo cada vez mayores elementos para dar certeza a los ciudadanos.

Siempre existen espacios para mejorar procesos, pero lo importante fue que realmente la izquierda fue la que dio el primer paso, lo cual nos debería dar la quietud ciudadana de que justamente es la izquierda la que puede dar mayor confianza de que se busca trabajar en beneficio de la ciudad y sus habitantes. Los otros partidos deciden por dedazo. Eso es hoy día ya inadecuado.

El otro punto que quisiera resaltar es que los participantes en el proceso de selección, que, insisto, puede mejorarse, se comportaron de forma realmente ejemplar, pues por lo menos a la vista no hubo ataques ni exabruptos, y todos fueron muy profesionales en cuanto a su participación. Pero aún más importante fue su comportamiento en relación con el momento en que se dieron a conocer los resultados de la encuesta. Fue honrado y muy a la altura de las circunstancias. Hubo un frijolito en el arroz, pero estoy cierto de que esto fue circunstancial y que incluso para el día que este artículo se publique estará resuelto.

Lo que también me gustaría resaltar es un asunto que me parece toral en relación con el concepto de izquierda. Dado que Miguel Ángel Mancera era un precandidato más bien externo, se le acusaba de no ser de esa tendencia política, porque no militaba en ningún partido. Ya cuando ganó las preferencias en las encuestas se le ha acusado por parte de algunos articulistas de lo mismo. En mi opinión creo que es incorrecto sugerir que no ser militante de un partido de izquierda lo descalifica como de tendencias izquierdistas. Por ejemplo, Noam Chomsky nunca ha militado en un partido político de ningún tipo; sin embargo es uno de los principales intelectuales de la izquierda en el mundo, y es un hombre que mantiene una actitud sumamente crítica hacia la ideología dominante. Según su biografía, su activismo político se inicia contra la guerra de Vietnam. No pretendo comparar a Mancera con Chomsky; simplemente quiero hacer hincapié en que hay muchos que están inscritos en partidos de izquierda y no lo son, y muchos que son de izquierda sin ser militantes.

Yo creo que ser de izquierda más bien tiene que ver con visiones y compromisos, con propuestas progresistas y visión y compromiso por el bien común. Por eso creo que es injusto dudar de cualquiera, y en este caso de Mancera sobre si es de izquierda porque no tiene un historial de militante en algún partido o movimiento de izquierda. Creo que a la izquierda en su conjunto le vale más captar a los individuos con pensamientos y acciones liberales, progresistas y conducentes a obtener mejores condiciones de vida para las clases más necesitadas y reducir al máximo la brecha de desigualdad que hoy día impera en nuestro país. Así tendremos una izquierda incluyente y más efectiva. Por lo pronto pienso que se dio un paso importante.

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