martes, 8 de enero de 2013


Linchamiento en Tepito: Desde el rencor y el odio, pero Ricardo Alemán tiene razón

HÉCTOR PALACIO@NietzscheAristodom 6 de enero de 2013
Tiene razón el periodista Ricardo Alemán cuando sugiere que Miguel Mancera se la ha pasado de fiestas últimamente. Celebrando el fin-inicio de año en su posición de jefe de gobierno de la ciudad; ocupándose en actos cargados de suficiente frivolidad. Tiene razón  cuando reparte airados, irónicos y lamentosos reproches en contra de quien se ponga enfrente y no sea de su agrado, porque nadie, ni las autoridades, ni la prensa, la radio ni la televisión, excepto él, se ha hecho cargo del asunto de Josafat Jasan López Balderas, joven linchado, asesinado, el 28 de diciembre pasado por supuestos comerciantes de Tepito. Mas en este punto sorprende un poco la presunta ingenuidad de Alemán, ¿de cuándo acá los medios masivos se ocupan de muertes que no tienen un valor político como en el caso del hijo de Humberto Moreira o comercial como en el de Jenny Rivera?
Como es lo usual entre los avecindados del mencionado barrio, amalgama de ciudadanos comunes y corrientes y delincuentes, actuaron en masa, en el anonimato, para hacer pretendida justicia a mano propia en contra de quien ellos decidieron afectaba sus intereses comunitarios. Así, López Balderas, estudiante de medicina de 23 años, al resistirse a ser asaltado (versión de su madre, quien recibió llamada telefónica de Josafat cuando comenzaba la agresión, la cual contraviene la versión original de la prensa que dijo lo contrario, que “un ladrón” había sido muerto a golpes), fue acusado en el acto de delincuente y golpeado con brutalidad por los comerciantes. La policía logró rescatarlo de manera dificultosa aún con vida pero herido mortalmente; moriría en la patrulla sin la atención médica inmediata que era requerida.
Sin duda, debe demandarse, exigirse, justicia en contra de este infame crimen, contra esa injusticia aberrante, monstruosa, de la “mano propia”. Sin duda debe investigarse a los criminales y a quienes son los responsables por no socorrer oportunamente a la víctima al momento de la agresión y posteriormente en su condición de herido grave. Sin duda, ese barrio tan orgulloso de sí pero que en muchas ocasiones ha dado exhibiciones de violencia extrema, debe ser sometido a las leyes generales que rigen a todos los ciudadanos. Sin duda debe reclamarse a todas las  autoridades de la ciudad, desde Mancera a los policías de la calle, el esclarecimiento del hecho y el cumplimiento de la ley en contra de los responsables. Tiene razón Ricardo Alemán, debe castigarse a los asesinos de Josafat.
Y sin embargo, Alemán prostituye el periodismo. ¿Le interesa en verdad el crimen y la justicia para Josafat Jasan? No parece desprenderse semejante intención de su columna “El primer muerto de Mancera” (El Universal, 6-01-13). Utiliza el caso para una vez más expresar su rencor y su odio en contra de todo lo que, para bien o para mal, se llama y representa la ciudad de México y contra quienes la han regido por 15 años, por quienes le han dado la característica que actualmente posee. Escupe contra todos: Mancera, el “gabinetito” de seguridad de la ciudad, la Comisión de Derechos Humanos, “el silencio de los medios”, la Asamblea Legislativa del DF, “el cártel Bejarano-Padierna”, “las mayorías”, la “opinión pública”, las ONG, los “farsantes del #132”, Ricardo Monreal, los diputados de la ALDF, los medios y periodistas “que hicieron escándalo por los vándalos detenidos”, la “farsa de ‘No más sangre’”, Epigmenio Ibarra (sin decir su nombre), el gobierno que “promueve la impunidad” (aunque la última “culpa” la establece de manera extraña: “La vida de Josafat poco o nada importa, porque la atestiguó, toleró y solapó un gobierno dizque de izquierda que, ya sabemos, promueve la impunidad”; ¿la vida de Josafat fue atestiguada, tolerada y solapada por el gobierno?). Eso sí, de su columna salen bien librados el PRI, el PAN y Peña Nieto. De Calderón y sus decenas de miles de muertos impunes, ni hablar, ese no es más que un demócrata egregio en lucha por el bien del mundo. Solo le faltó culminar al periodista con una frase estelar en estos casos: “López Obrador es un peligro para México”.
La justicia no debe estar marcada por partidos o ideologías. Debe cumplirse y ya. No se necesita del odio y el rencor de nadie para exigirla. El siniestro e indignante asesinato del López Balderas no debe quedar impune.

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