Hellen Fisher ¿Por qué amamos?
Shakespeare decía ¿Qué es esto del amor? A propósito de esta pregunta, la antropóloga Hellen Fisher, autoridad en el estudio de eso que llaman amor, resalta el hecho de que esta pregunta ha hecho mella desde tiempos ancestrales, cuando los hombres se sentaban alrededor de sus fogatas a mirar las estrellas y algunos de ellos clamaban: "Mejor que me coma el tigre".
El sitio de citas por internet, Match.com, contactó a Fisher sobre la base de sus estudios acerca de por qué uno se enamora de cierta persona en lugar de otra. Las respuestas fueron variadas: el tiempo, el momento, la proximidad, el misterio (que eleva el nivel de dopamina).
Según Hellen, usted y yo, estimado lector, nos enamoramos de alguien que se ubica dentro de lo que ella llama “el mapa del amor”: una lista de rasgos que armamos inconscientemente en la niñez y que además, tiene la particularidad de poseer un sistema cerebral de alguna manera complementario. Eso explica, en parte, por qué hay "parejas disparejas" que hacen levantar la ceja a más de uno o de plano, como dice este hit youtubero: eres fea pero te quiero (¿?)
De esta enorme concepción del amor, a la estudiosa le interesó específicamente el amor romántico. En 45 años de estudio, ha descubierto un grupo específico de cosas que ocurren cuando uno se enamora.
1.- “El significado especial”. - Esa persona ya no es una más del montón. Es Él o es Ella. “El mundo tiene un nuevo centro y ese centro se llama María"
2.- “El amor es ciego”. Chaucer
3.- “El amor tiene razones que la razón no entiende”. Blaise Pascal.
En la búsqueda del entendimiento del amor romántico como tal, Fisher leyó poemas de amor de todo el mundo. Este poema chino del siglo VIII es uno de los más reveladores, porque es un ejemplo casi perfecto de un hombre que está totalmente enfocado en una mujer en particular:
“Es intolerable guardar el tapete de bambú para dormir,
Cuando la noche que te traje a casa, te vi desenvolverlo”
Yuan Chen
Este señor, se quedó prendado del tapete de bambú, probablemente a causa de la elevada cantidad de dopamina en su cerebro, igual que ocurre con usted o conmigo, estimado lector.
Y es que en el contexto de este estudio, Fisher descubrió lo que todos (aparentemente) sabemos: el estado de ánimo, el color del cielo y la alegría de vivir, dependen de esa persona especial en la que se ha puesto toda la atención. En un segundo, él o ella tienen el poder de elevar al enamorado al cielo o bajarlo al infierno. Así de simple. Así de complicado.
4.- Ansiedad
Dice Fisher que el enamoramiento conlleva una ansiedad intensa de estar con una persona en particular no sólo en lo sexual, también en lo emocional. Es decir, el sexo está bien, pero también quiere que él o ella le diga que lo ama y necesita el afecto, el amor y la compañía que sólo un amor profundo puede brindar.
5.- La motivación. Usted quiere a esa persona y hará lo que sea con tal de estar con ella. Punto.
6.- Morir de (y por) amor
Fisher y sus colegas pusieron a 32 parejas locamente enamoradas en un escáner funcional (IRM). De esas personas, 17 estaban locamente enamoradas y correspondidas y 15 locamente enamoradas y despechadas.
Antes de colocarlas bajo el escáner, Fisher les hizo dos preguntas clave: ¿Qué porcentaje del día y la noche piensas en esa persona? Y todos contestaron: “todo el día y toda la noche” y por último: ¿morirías por él o por ella? Y todos dijeron que sí.
Más que eso, descubrió que las regiones cerebrales que se activan cuando se trata del amor del sujeto, son las mismas que se alteran cuando se consume cocaína.
Por todo lo anterior, para Fisher el amor romántico no es una emoción, tampoco una serie de emociones, de muy intensas a muy bajas, sino un impulso originado en el motor de la mente. De la parte de la mente que ansía y es mucho más fuerte (si, así es) que el impulso sexual y la explicación es (hasta cierto punto) simple: si una persona le ofrece a otra una noche de pasión y ésta le responde que no, es difícil que ante el rechazo, el sujeto se suicide o se hunda en una depresión clínica; pero en todo el mundo, la gente despechada mataría por amor.
7.- El motor de la humanidad. La gente vive por amor, mata por amor, muere por amor.
8.- “La comezón neural intolerable” W. H. Auden
El amor es uno de los tres sistemas cerebrales diferentes que evolucionaron a partir del apareamiento y la reproducción. Uno, es el impulso sexual, el deseo de gratificación sexual. El segundo es el amor romántico y el tercero es el apego: la sensación de calma y seguridad que puedes sentir con una pareja a largo plazo. Este último evolucionó para tolerar a ese ser humano que se eligió para procrear y preservar la especie.
9.- ¿Venus y Marte?
Los dos cerebros son diferentes. La habilidad verbal de la mujer para encontrar rápidamente la palabra correcta, la articulación básica sube a la mitad del ciclo menstrual, cuando los niveles de estrógeno alcanzan su pico, aunque incluso en la menstruación, son mejores que el hombre promedio. Las mujeres son , lo que Fisher llama, pensadoras en red.
Los hombres, en cambio, tienden a desechar lo que considera superfluo, se enfocan en lo que hacen y se mueven en un patrón de pensamiento en pasos.
10.- La televisión
Dice Hellen Fisher, que la TV es la versión moderna de la fogata ancestral. La humanidad se sienta alrededor de esta fogata global y moldea nuestras mentes. Las mujeres son pensadoras en red.
¿Son los hombres más infieles que las mujeres? La respuesta es no. Según Fisher, las mujeres despiertan más temprano al sexo, tienen más parejas, expresan menor remordimiento, se casan más tarde, tienen menos hijos, dejan malos matrimonios por tener buenos.
Siglo XXI. El siglo del matrimonio simétrico, matrimonio puro o matrimonio amigable. Este es el matrimonio entre iguales, moviéndose hacia un patrón que es altamente compatible con el antiguo espíritu humano.
La segunda tendencia es el envejecimiento de la raza humana. Ahora, en EU dicen que los 85 años deberían ser considerados como la edad madura. Con el viagra, el reemplazo de estrógenos, el reemplazo de caderas y las increíblemente interesantes mujeres.
El amor, sin duda ha cambiado. Lo interesante es observar cómo cada cultura hace propios los cambios y progresos en la medicina, la tecnología y la ciencia en el contexto de eso que llaman amor.
¿Usted qué opina, estimado lector?
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