lunes, 30 de agosto de 2010

Editorial EL UNIVERSAL Mexicana hizo lo que quiso

Sigue a debate en todo el mundo si los gobiernos deben o no participar en la economía, lo que nadie duda es que tienen que ser sus rectores. La falta de controles sobre los hombres del dinero puede ser desastrosa para el sector público. El desplome de Mexicana —la principal empresa de aviación del país— lleva a pensar que en México la Secretaría de Comunicaciones y Transportes aún no está convencida de esa lección.
Mexicana de Aviación es una empresa importante porque concentraba el 42% de la capacidad de transporte aéreo de pasajeros del país. Con su salida varias ciudades del país se quedaron sin vuelos y la demanda de boletos será mayor que la oferta de asientos disponibles en el resto de las aerolíneas. De ahí la importancia que el sector público tendría que darle.
La aviación, como otras ramas de la actividad económica, es un servicio concesionado. El Estado permite a privados hacer negocio con el espacio aéreo propiedad de la Nación. Por lo tanto, el gobierno que da esos permisos tiene la obligación de buscar el beneficio colectivo y no sólo la oportunidad de lucro de las compañías. El trabajo de las autoridades no termina con la venta de las compañías estatales o con el otorgamiento de las concesiones, sino que involucra también la vigilancia sobre las operaciones que realiza el sector privado.
En 2005 un grupo de empresarios desembolsó 165 millones de dólares para comprar Mexicana al Instituto de Protección del Ahorro Bancario (IPAB), un precio que en su momento se consideró bajo. Desde ese entonces la situación laboral y financiera de la empresa era difícil. Era de esperar, por lo tanto, que el gobierno federal estuviera al pendiente de la situación operativa y financiera de la aerolínea.
Ayer, el presidente de la Asociación Mexicana de Agencias de Viajes (AMAV) estimó en mil 500 millones de pesos la preventa de boletos que hizo Mexicana a través de Click y Link a pesar de que en ese periodo la compañía ya se encontraba en camino de suspender operaciones, como hizo el pasado fin de semana. ¿Dónde estaban las secretarías de Comunicaciones y Transportes y de Hacienda? Ahora, con la cancelación de los vuelos de Grupo Mexicana, el gobierno federal tendrá que estar muy pendiente de que el resto de las aerolíneas no aumenten las tarifas so pretexto del aumento en la demanda de boletos.
La aviación es un sector estratégico para cualquier país. Descuidarlo como se ha hecho en este caso implica destruir un tramo del desarrollo económico ya construi

No hay comentarios: