* Un informe enviado por Pemex -considerada la tercera empresa productora de crudo en el mundo- a la Bolsa Mexicana de Valores revela que al cierre del primer semestre de este año la paraestatal debía más de lo que costaba; el 31 de diciembre del 2009 la deuda era de un billón 398 mil 822 millones de pesos, mientras que el efectivo, inversiones disponibles, cuentas por cobrar, costos de los inventarios, inversiones en acciones, valor de inmuebles, plantas, equipos y construcciones en proceso equivalían a un billón 380 mil 569 millones de pesos, lo que significaba que ni vendiendo la paraestatal se podrían sanear las deudas adquiridas.
Elpidio Hernández
La línea trazada por los presidentes de la república, desde Gustavo Díaz Ordaz, ha sido depender de los yacimientos petroleros como abastecedor de recursos económicos pues cuarenta centavos de cada peso que gasta el gobierno federal provienen del gigante petrolero. Sin embargo, Petróleos Mexicanos, al cierre del primer semestre del 2010 ya reportaba un patrimonio negativo de 83 mil 500 millones de pesos.
Un informe enviado por Pemex -considerada la tercera empresa productora de crudo en el mundo- a la Bolsa Mexicana de Valores revela que al cierre del primer semestre de este año la paraestatal debía más de lo que costaba; el 31 de diciembre del 2009 la deuda era de un billón 398 mil 822 millones de pesos, mientras que el efectivo, inversiones disponibles, cuentas por cobrar, costos de los inventarios, inversiones en acciones, valor de inmuebles, plantas, equipos y construcciones en proceso equivalían a un billón 380 mil 569 millones de pesos, lo que significaba que ni vendiendo la paraestatal se podrían sanear las deudas adquiridas.
De acuerdo con la diputada federal petista, Laura Itzel Castillo, Pemex es la única empresa que con impunidad realiza proyectos caros, innecesarios y perjudiciales: enumera el gasoducto de 48 pulgadas a Texas, la inyección de nitrógeno a Cantarell, el aprovechamiento del gas producido, la inyección de nitrógeno a Jujo-Tecominoacán, de nitrógeno al campo Samaria, la certificación de reservas por compañías transnacionales, el proyecto Chicontepec, la exploración en aguas profundas, el uso de bacterias para estimular la producción, la aplicación de bombeo neumático en Cantarell, el bombeo de cavidades progresivas en Chicontepec y la reposición de reservas probadas como los proyectos que no cumplieron con sus objetivos de producción y rentabilidad.
El Grupo Ingenieros de Pemex, Constitución de 1917, que congrega a especialistas, académicos y ex funcionarios del sector energético afirma que el fracaso en los proyectos (16, según sus estadísticas) de la paraestatal es el resultado de la ineficiencia, el desmantelamiento sistemático de los cuadros técnicos y de ubicar a los ingenieros en la administración de contratos; los expertos encabezados por su presidente, Francisco Garaicochea, agregaron que esta política ha estimulado no sólo la pérdida de capacidad operativa, sino también de análisis para seleccionar y jerarquizar apropiadamente la realización de estudios y proyectos de inversión en exploración y producción. Agregaron que los proyectos fallidos en las entrañas de la petrolera representan pérdidas por más de diez mil millones de dólares.
Un documento con información relevante de doce proyectos desarrollados por Pemex Exploración y Producción (PEP) que han fracasado fue preparado previo a la comparecencia de la secretaria de Energía federal, Georgina Kessel, ante el Pleno de la Cámara de Diputados federal.
De acuerdo al informe, una de las decisiones equivocadas y altamente costosas fue la construcción del gasoducto de 48 pulgadas de diámetro para exportar gas a Texas, construido durante la administración de Jorge Díaz Serrano en 1977. El proyecto, cuyo valor actual alcanzaría nueve mil millones de dólares, fue aplicado bajo el imaginario de exportar diariamente dos mil millones de pies cúbicos de gas al país vecino, pero lejos de exportar el hidrocarburo se ha tenido que importar porque se infló en forma exagerada la capacidad de producción de los yacimientos que supuestamente producirían el gas que se exportaría a los Estados Unidos.
La inyección de nitrógeno en el yacimiento de Cantarell –localizado en la zona Campeche y considerado el más boyante en nuestro país y el segundo a nivel mundial, sólo por detrás del de Ghawar, en Arabia Saudita- impide recuperar más de tres mil millones de barriles de aceite y más de un millón de pies cúbicos de gas natural. En mayo de 2000 se inició la inyección de nitrógeno para mantener la presión del yacimiento que en el papel redituaría en una mayor producción de crudo, sin embargo, el procedimiento ha sido severamente cuestionado por especialistas del Grupo Ingenieros de Pemex Constitución de 1917, que sostienen que se trata de un proyecto innecesario, costoso y perjudicial, pues si se hubiese inyectado el gas natural que se ha estado quemando se hubiera optimizado la producción. El documento señala que hay pruebas que exhiben las altas recuperaciones de crudo que se han logrado cuando se inyecta gas natural en yacimientos similares al de Cantarell y ponen como ejemplo el pozo en Wizard Lake, Canadá, donde bajo ese procedimiento se ha extraído más del noventa por ciento que al iniciar su explotación, mientras que en Cantarell, con el nitrógeno la recuperación de crudo se estima que no rebasará el 51 por ciento. Cantarell está a punto de ubicarse por debajo de los 500 mil barriles por día, cuando en los tiempos de bonanza (2004) llegó a producir un promedio de dos millones 125 mil barriles diarios.
El aprovechamiento del gas natural que se produce en los ingenios petroleros del país es considerado otro proyecto frustrado en las entrañas de la petrolera. De acuerdo al texto, desde mayo del 2000, cuando se empezó a inyectar nitrógeno en la reserva de Cantarell y hasta diciembre del 2009 se han quemado en la atmosfera, en promedio, 400 millones de pies cúbicos de gas natural cada día, cuyo valor se estima en nueve mil millones de dólares. Antes de que se inyectara el nitrógeno se llegaron a dilapidar poco más de 800 millones de pesos en gas natural por día. “Si se hubiese inyectado al yacimiento de Akal el gas que ha venteado impunemente, su producción y su reserva remanente serían mucho mayores actualmente y nadie hubiese pensado en la supuesta necesidad del mantenimiento de la presión con nitrógeno”, amplía la información.
La inyección de nitrógeno en el pozo petrolero Jujo-Tecominoacán es otro proyecto frustrado de Pemex Exploración y Producción, documentado con información pública del IFAI. Según estadísticas, el crudo extraído en ese ingenio petrolero en los meses de junio y julio del 2009 alcanzó 63 mil barriles diarios, por lo que la proyección de la paraestatal estimaba que al cierre del 2009 -con la inyección de noventa millones de pies cúbicos de nitrógeno- la cifra alcanzaría los cien mil barriles de petróleo diarios; sin embargo, la extracción se desplomó a 51 mil barriles por día -una cuarta parte de la producción alcanzada hace 24 años, cuando la cifra era de 256 mil barriles diarios-.
La lista de proyectos incosteables continúa con la inyección de nitrógeno al campo Samaria, con secuelas igual de “indeseables”, advirtieron los expertos petroleros que amplían que desde julio del 2008 se inyectan cerca de 180 millones de pies cúbicos. Tres meses después de iniciado el proyecto de inyección de nitrógeno, ya se detectaba la presencia de nitrógeno en la producción, lo cual repercute en una menor recuperación de hidrocarburos. En Samaria, parte del complejo Antonio Bermúdez de Tabasco, el crudo extraído es también inferior a la calculada por la paraestatal y ha provocado el cierre de pozos y la producción de gas natural contaminado, energético que pierde capacidad calorífica y daña los equipos de las empresas que utilizan este gas de mala calidad.
El desarrollo del Proyecto Chicontepec representa una de las peores frustraciones para Pemex, pues en el sexenio foxista se anunció como “La Otra Joya de la Corona”, estimándose que en un mediano plazo llegaría a producir un millón de barriles diarios, pero actualmente su producción no rebasa cuarenta mil barriles cada día. Al cierre del 2009 el proyecto era considerado un “fraude monumental”, con una producción real menor a la mínima estimada, y que apenas contribuye con poco más de uno por ciento de la producción nacional pese a que en el último trienio se le han invertido poco más de 52 mil millones de pesos de un total de 187.5 mil millones programados hasta el 2020. Entre el 2002 y 2008 se invirtieron en el proyecto más de 33 mil 811 millones de pesos, mientras que los ingresos obtenidos por comercialización de petróleo y gas fueron de apenas 34 mil 667 millones, por lo que el beneficio por cada peso invertido fue de 2.5 centavos antes de impuestos.
La exploración y desarrollo en aguas profundas se ubica como otra de las limitantes para Pemex, que sigue sin encontrar el “tesoro” enterrado en las profundidades del Golfo de México, pese a que ha invertido más de 16 mil 798 millones de pesos en estudios y en la perforación de 14 pozos, de los cuales 13 han resultado secos y sólo uno ha sido productor de gas. La Secretaría de Energía debe revisar con lupa las inversiones para la explotación de las aguas profundas, pues tan sólo el valor de los servicios que las empresas le ofrecen a Pemex por exploración, perforación, terminación y estimulación son del orden del treinta por ciento lo cual -dice el documento- prácticamente anula la rentabilidad de la explotación.
El documento incluye la aplicación del bombeo neumático en Cantarell como otro de los proyectos caídos de Pemex, pues la aplicación de bombeo electrocentrífugo fue descartada bajo la recomendación de la firma estadounidense Netherland Sewell, en el que de una manera parcial exhibía altos costos en comparación con el bombeo neumático que hoy se hace en el yacimiento más importante del país. La información refuta que el bombeo electrocentrífugo es el preferido por las grandes petroleras como la brasileña Petrobras por su alta eficiencia energética, por su mayor capacidad de producción y por no generar una contrapresión que impida incrementar la recuperación final de petróleo.
La reposición de reservas probadas, vital para garantizar –dice el documento- la soberanía energética nacional, ha sido manejada de manera errónea por las ineficiencias tanto en la asignación de recursos necesarios para realizar levantamientos y estudios sismológicos apropiados, como para la perforación de pozos de explotación. Ingenieros de Pemex Constitución de 1917 afirma que la reposición de reservas debe corregirse mediante una adecuada exploración y explotación, que es algo que no hicieron los gobiernos mexicanos desde Miguel de la Madrid hasta Felipe Calderón, y afirman que una relación reservas-producción razonable para un país que exporta petróleo, debe ser mayor de treinta años.
El tema petrolero fue abordado durante los Foros de Reflexión organizados por el gobierno mexiquense, donde los ponentes sostuvieron que de no aprovecharse correctamente los yacimientos petroleros, dentro de unos años se terminarán las reservas
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