Ahora que el gobierno federal anunció que va a gastar más de 70 millones de pesos para blindar la integridad física de los funcionarios de primer nivel del gabinete, habría que recordarle que el mejor blindaje es la HONESTIDAD.
Cuando un funcionario se dedica a servir al pueblo con honestidad y antepone los intereses de la gente a los personales o de grupo, no necesita rodearse de guaruras ni viajar en camionetas a prueba de balas. Esto lo demostró Andrés Manuel López Obrador cuando ocupó el cargo de Jefe de Gobierno del D.F.Recuerdo los recorridos que realizaba desde las 7:00 de la mañana por las calles del centro, para saludar a los ciudadanos y escuchar sus demandas. Se trasladó en un Tsuru, sin policías ni gente armada a su alrededor.
El que nada debe nada teme. Por otro lado, ¿por qué tenemos que pagar los contribuyentes tanto dinero para cuidar a unos cuantos si lo que urge es brindar seguridad a toda la población? Y no sólo seguridad contra la ola de violencia que desató el presidente pelele con su guerra personal, sino la seguridad que el IMSS está a punto de arrebatarles a los trabajadores, argumentando falta de recursos.Recursos hay, lo que no hay es voluntad política para distribuirlos con justicia.
En lo que va del sexenio, Calderón ha contratado 12 MIL 300 MILLONES DE DÓLARES de deuda externa, que no se ven reflejados en servicios a la población, en infraestructura, en educación, en desarrollo científico y tecnológico, en apoyo al campo, en salud ni en combate a la pobreza.¿Será por eso que hay que blindar al inepto gabinete?También en eso se equivoca Calderón, el pueblo de México es noble, y quien así lo percibe recibe de él su apoyo y su cariño. Pruebas, sobran...
Ayer mismo, en La Plaza de los Mártires en Toluca, Estado de México, miles de personas se reunieron para escuchar a su líder moral y renovar la esperanza de un cambio verdadero, que detenga la barbarie en la que están convirtiendo al país los malos gobernantes.
Sin policías, sin soldados, sin gente armada, y sobre todo, sin miedo ni temor, la gente se acerca a Andrés Manuel López Obrador, como lo hace en las miles de plazas de toda la república, para reafirmar su convicción de que SÍ ES POSIBLE una vida mejor para todos los mexicanos. En los espacios donde se reúnen los integrantes del Movimiento Nacional por la Transformación del País, se respira un aire de tranquilidad; sean auditorios, plazas, salas de conferencias, Casas del Movimiento, parques, etc.
Además, se genera una energía positiva, justo lo que en estos momentos necesitamos los mexicanos, avasallados por la descomposición política y social que desde muy lejos se ha ordenado para facilitar la intervención de los vecinos del norte en nuestro territorio. Hay que blindar al país contra los buitres que lo merodean, no a los altos funcionarios que trabajan para ellos.
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