La declaración del presidente Felipe Calderón sobre la existencia de la narcopolítica en México —y su llamado a combatirla— reavivó nerviosismos y temores en algunos sectores del PRI y de otros partidos, en donde desde hace tiempo circulan versiones sobre la posible detención de algún político de alto nivel —gobernadores o ex gobernadores— al que se acuse penalmente de tener vínculos con el narcotráfico.
Una versión que ha circulado de manera cíclica —sobre todo en épocas de campaña electoral, como en las pasadas elecciones de julio, o las parlamentarias del año 2009— indica que dentro de las estrategias de Los Pinos y del panismo está tratar de frenar el avance priísta hacia el 2012 a través de acusaciones y encarcelamiento de algún mandatario en turno en los estados, o algún ex gobernador, sobre todo de estados del norte del país. De esa manera, se dañaría políticamente al partido tricolor.
El problema con el discurso presidencial sobre la narcopolítica es que hasta ahora las supuestas intenciones de enfrentar este fenómeno —presente desde hace años en la política nacional— no han tenido correspondencia con resultados. De hecho, en los pocos intentos que se han hecho para tratar de actuar contra políticos vinculados al narco, el fracaso de la administración calderonista ha sido total. Y el ejemplo más gráfico y reciente es el del llamado Michoacanazo en el que —tras un aparatoso operativo— se detuvo a 35 alcaldes y funcionarios del estado de Michoacán a los que año y medio después se tuvo que liberar por falta de elementos.
Así que será cuestión de ver si rumbo a las elecciones presidenciales del 2012 el discurso calderonista lleva un mensaje implícito o si, como hasta ahora ha ocurrido, el narco y la política seguirán conviviendo en una relación de mutuo interés y beneficio económico.
NOTAS INDISCRETAS…
Roberto Gil Zuarth no niega su amistad y relación con Patricia Flores, actual artífice y operadora de su candidatura por la dirigencia nacional del PAN, pero afirma que “nunca he tenido una relación de subordinación laboral con Patricia, nunca ha sido mi jefa”, y asegura también que nunca trabajó bajo las órdenes de la priísta Norma López Cano en la Cámara de Diputados; de hecho, Gil Zuarth envió a esta columna una “Hoja de Servicios” que le expidió la Cámara de Diputados con fecha de ayer 9 de noviembre, en la que hace una relatoría de los distintos cargos que ha ocupado en ese órgano legislativo desde 1998 hasta el 2005 en órganos como la Mesa Directiva, la Junta de Coordinación y el Grupo Parlamentario del PAN… Los dados mandan Serpiente. Mal tiro.
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