Que el PAN del Estado de México, presidido por Octavio Germán, escuchó los consejos de priista Eruviel Ávila y decidió dejar por la paz la eventual impugnación a la residencia del perredista Alejandro Encinas, candidato a la gubernatura.
Quizá, por debajo de la mesa, el del tricolor les transmitió no sólo el tip, sino la verdadera razón para no denunciar: según los estrategas del PRI, el recurso pondría el nombre de Encinas todos los días en los noticiarios y los diarios. Y no piensan regalarle nada.
Así que ahí sí van juntos priismo y panismo.
Que, hablando del Estado de México, a casi una semana del comienzo de las campañas, el líder nacional del PAN, Gustavo Madero, se dignará acudir a un acto del candidato de su partido, Luis Felipe Bravo Mena, que empieza tercero en las encuestas.
Entre sábado y domingo, el chihuahuense asistirá a uno de los mítines para mostrar que no hay fracturas ni resentimientos. No, pues menos mal. No le vayan a cargar luego el muertito.
Que ante la polémica desatada por los resultados de los controles de confianza para los altos mandos en materia de seguridad pública y procuración de justicia, el secretario ejecutivo del Sistema Nacional en la materia, Juan Miguel Alcántara Soria, fue llamado a Los Pinos desde temprana hora y hasta entrada la tarde de ayer para hacer una evaluación y control de daños.
Por lo pronto, ayer saltaron las autoridades de Sonora, Yucatán y Michoacán refutando los argumentos del funcionario federal.
El Estado de México, gobernado por Enrique Peña Nieto y reprobado en el reporte de Alcántara Soria, mantiene la boca cerrada.
Que es marca personal, para cuidarse entre ellos, o de plano siguen en la euforia de la famosa unidad de las izquierdas del lunes pasado en Ecatepec.
Lo cierto es que el eco del reencuentro público entre Cuauhtémoc Cárdenas y Andrés Manuel López Obrador llegó hasta Managua, la capital nicaragüense, donde se congregan los dirigentes de la izquierda latinoamericana para el Foro de Sao Paulo, adonde viajaron juntos Jesús Zambrano y Dolores Padierna, el uno y la dos del PRD.
¿Será?
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