En un artículo de Alejandro Encinas, diputado federal del PRD, publicado ayer en el diario La Jornada, nos enteramos que en el pasado periodo de sesiones la Cámara de Diputados APROBÓ un decreto mediante el cual el Ejecutivo federal debería integrar un fondo especial de 10 MIL MILLONES DE PESOS para atender los daños ocasionados por la sequía, las inundaciones y las heladas ocurridas en diversos estados del país, especialmente del norte y del sureste, y enfrentar así el daño que presentan cerca de UN MILLÓN DE HECTÁREAS, de las cuales 400 mil no podrán sembrarse por escasez de agua; además de la muerte de miles de cabezas de ganado y de manera esencial la carencia de alimentos que enfrentan 28 MILLONES DE MEXICANOS.
Pese a esta difícil situación, el Ejecutivo federal, a través del secretario de Hacienda, VETÓ el decreto aduciendo que era innecesario ya que la estrategia gubernamental para la atención a los efectos provocados por desastres naturales disponía de recursos en el Presupuesto de Egresos de la Federación.
Esta negligencia oficial, de la que nadie habla, es imperdonable porque pone en riesgo la vida de miles de mexicanos y muestra, una vez más, la ausencia de una política que entienda la seguridad alimentaria como un asunto estratégico para la seguridad nacional.
Calderón sólo entiende por seguridad nacional la estúpida guerra contra el narco, y todos los que lo apoyan son cómplices de las muertes por desnutrición que ocurren en el país.
También señaló Alejandro Encinas en su artículo que de acuerdo con el informe sobre la situación de las finanzas y de la deuda pública correspondientes al tercer trimestre de 2011, se registraron subejercicios, al mes de junio, por 3 MIL 700 MILLONES DE PESOS, los cuales fueron reasignados a otros ramos y programas, y que se estima que al cierre de 2011 los subejercicios alcancen los 38 MIL MILLONES DE PESOS.
Vetar el decreto aprobado en la Cámara de Diputados no sólo provocó la pérdida de cosechas y de cientos de miles de cabezas de ganado, sino también la muerte de seres humanos, como se ha registrado en la Tarahumara donde las comunidades indígenas, al igual que en otras regiones del país, enfrentan la peor crisis alimentaria de los últimos 80 años.
Además de irresponsable es totalmente inhumano que se nieguen recursos al campo y con ello se ocasione la muerte de nuestros compatriotas.
Los subejercicios revelan también que los actuales funcionarios y gobernantes, cómplices de este sistema de explotación, son incapaces de cumplir su tarea y prefieren reasignar recursos a proyectos que les rinden ganancias personales. Total, no habrá castigo ni responsabilidades.
En pocas palabras, estamos hablando de una corrupción y una impunidad que van más allá del enriquecimiento ilícito, y constituyen un atentado contra el derecho a la vida.
¿Urge o no un cambio de fondo en México?
Vamos por él para salvar al país y al pueblo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario