miércoles, 4 de enero de 2012

Voto útil y campañas negras-- LULY MORALES

Dice Aguilar Camín en su columna de ayer que hay 3 pesadillas que acechan la mente de los mexicanos: La restauración del autoritarismo y corrupción que también pasa por negociar con el narco con el PRI, la encarnación de otro Chávez, pero personificando en el estatismo y populismo de JLP y Echeverría con el PRD y la mediocridad económica y política con altos niveles de inseguridad con el PAN.

Sin embargo, concluye Héctor Aguilar, en ningún caso se trata de la intención real de los partidos, y en caso que así lo fuera “el proceso democrático y la realidad internacional” no lo permitirían. No lo sé.

Lo que si sé, es que eso es precisamente de lo que trataran de convencer los candidatos a los votantes independientes o indecisos. El PRI venderá la idea de un AMLO mesiánico con alma de dictador y la de un candidato del PAN (cualquiera que este sea) mediocre, sin la capacidad de pacificar el país. El PAN por su parte tratará de convencernos que el PRI es el regreso a un pasado rancio y de corruptelas con elevada irresponsabilidad financiera, y que AMLO sigue siendo un peligro para México. AMLO seguirá definiendo al PRIAN como la mafia que tiene sumido al país en la extrema pobreza y con una violencia incontrolable.

A medida que avance la campaña formal, los ataques serán cada vez mas frecuentes e intensos para tratar de convencer a los votantes, no de las cualidades ni propuestas de país de cada uno de los candidatos, sino de los defectos y fallas de los de enfrente. Al PAN y al PRD les urge polarizar a los electores, hacer una elección de dos para forzar el voto útil, conscientes del descrédito de los políticos saben que muchos buscaran, no elegir a quien desean ver sentado en Los Pinos, sino eliminar a quien definitivamente no quieren al frente del país.

El celebrado fin de la “espotización” de la política con la reforma electoral del 2007, nos va a recetar casi 44 millones de spots, independientemente de las prerrogativas que otorgará el IFE a los partidos políticos para financiar sus gastos de campaña, que por cierto ascenderán a 1,680 millones de pesos más 3,361 millones para el sostenimiento de sus “actividades permanentes”. Es decir, en el 2012 los partidos se despacharán con 5,300 millones de pesos sin erogar un cinco en spots. Sin duda hay mucha cancha para comprar votos, entrevistas a modo, reportajes dedicados, y casi todo lo que la imaginación les permita.

En solo 3 meses de campaña habrá muy poco espacio para debates e intercambio de ideas, pero en cambio mucho parque para campañas negras. La prohibición de las campañas negativas se trasladará a las redes sociales, a las columnas por consiga y a las editoriales de radio o tv dictadas desde los propios “cuartos de guerra” de los candidatos.

La racionalidad que no tendrán los partidos políticos y sus candidatos la tendrá que asumir la ciudadanía para cribar perfectamente las ideas y distinguir de entre el lodo del proceso electoral, la realidad de la ficción y las propuestas de país.

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